La carrera de los caballos de fuego y hielo. La carrera anual de los caballos de fuego y hielo finalmente estaba aquí. Todos los habitantes del reino se reunieron en la línea de partida para presenciar el espectáculo de los caballos más rápidos del mundo compitiendo por el título de campeón.
La tradición decía que los caballos de fuego representaban la velocidad y el fuego, mientras que los caballos de hielo representaban la resistencia y la frialdad. Ambos tipos de caballos estaban presentes en la carrera, y cada corredor tenía un equipo de dos caballos.
Uno de los equipos, conocido como el equipo de fuego, estaba compuesto por dos hermosos caballos de color rojo brillante. El otro equipo, conocido como el equipo de hielo, tenía dos caballos de piel blanca y azul.
La multitud comenzó a aclamar y aplaudir a medida que los equipos avanzaban hacia la línea de partida. Los jinetes vestían la armadura típica de la época mientras que los caballos lucían con orgullo sus cintas y adornos.
La señal de inicio sonó y los caballos comenzaron a correr por la pista nevada. El equipo de fuego tomó la cabeza temprano, liderado por un jinete experimentado que había participado en la carrera por muchos años. Los caballos de fuego galopaban con fuerza y rapidez, dejando atrás al equipo de hielo.
Sin embargo, el jinete del equipo de hielo no se rindió. Sabía que sus caballos eran resistentes y estaban en excelente forma para la carrera. Decidió mantener un ritmo constante y no forzar a sus caballos.
Los caballos de hielo siguieron corriendo, manteniéndose en el segundo lugar detrás de los caballos de fuego. Ellos atravesaron zonas nevadas, pasando por ríos helados y terrenos escarpados. Los corredores experimentaron momentos difíciles por el terreno irregular pero los caballos no sufrieron lesiones.
Pero el tiempo comenzó a volverse en contra del equipo de fuego, no estaban acostumbrados a correr con tanto viento. Las llamas que saltaban de sus patas se extinguieron poco a poco, y la velocidad de los caballos empezó a disminuir.
El equipo de hielo, por otro lado, se mantuvo sólido y mantuvo su ritmo constante. A medida que la carrera avanzaba, los caballos de hielo empezaron a ganar terreno poco a poco. El jinete fue inteligente, podía sentir en su corazón que sus caballos eran capaces de ganar si mantenían su ritmo, y eso fue lo que hicieron.
Los caballos de hielo superaron a los caballos de fuego y tomaron la delantera en la carrera. Los corredores se encontraron en una situación apasionante, ya que los dos equipos estaban cabeza a cabeza.
Ya estaban en el último tramo de la carrera, el más difícil, una pendiente que terminaba con una bajada muy empinada. Los jinetes y los caballos tenían que ser sumamente habilidosos para navegar correctamente.
Ambos equipos de caballos se apresuraron por la colina, avanzando a un ritmo feroz. Los espectadores esperaban con los ojos abiertos y el corazón en la mano mientras los caballos cruzaban la línea de meta.
Los corredores del equipo de hielo eran los primeros en llegar a la meta, ganando la carrera de manera imponente. Los jinetes se levantaron de sus monturas y se tomaron de las manos, celebrando la victoria con lágrimas de alegría.
El equipo de fuego llegó justo en segundo lugar, aunque sus corredores estaban decepcionados, se notaba en su rostro una admiración hacia sus oponentes por demostrar una técnica excepcional.
La multitud se volvió loca al ver a los jinetes y caballos de hielo ganar la carrera de los caballos de fuego y hielo. La tradición se había mantenido y la resistencia del hielo había triunfado contra la velocidad del fuego.
Los jinetes y caballos de hielo fueron nombrados campeones de la carrera de los caballos de fuego y hielo, siendo homenajeados a lo grande en el reino. La historia les recordaría como las leyendas que compitieron y ganaron la carrera más importante de la región.
