La carrera de obstáculos del unicornio alado. Érase una vez un hermoso unicornio alado llamado Alba, que vivía en un prado mágico rodeado de flores de mil colores. Ella era conocida por su habilidad para volar y su gran velocidad. Alba vivía tranquila en su mundo, sin embargo, un día recibió una grata noticia: se realizaría la carrera de obstáculos más importante de todos los tiempos. La carrera del unicornio alado.
La gran noticia se propagó por todo el bosque. Todos los unicornios alados de diferentes lugares del mundo se reunirían para competir en la carrera más importante del año. Alba estaba emocionada por participar en esta carrera y ganar. Ella entrenó día y noche para mejorar su velocidad y agilidad, pero sobre todo su resistencia.
La carrera comenzaba al amanecer, en una llanura extensa llena de prados y montañas. Alba se concentró en la carrera, pensando en cada uno de sus movimientos y en el objetivo principal: ganar.
La carrera inició con un suave viento que hacía vibrar las flores y sus hojas. Todo comenzaba parejo, pero luego, el camino se volvió más complicado, lleno de obstáculos que ponían en riesgo la integridad de los unicornios que participaban en la carrera. Saltar árboles, esquivar rocas, pasar por puentes colgantes, y mucho más.
Alba demostró su excelente habilidad en los saltos, y logró liberarse de los obstáculos rápidamente. El siguiente desafío era un camino complicado, lleno de barrancos y árboles estrechos que impedían el paso. Sin embargo, Alba estaba preparada para esto. En su entrenamiento había practicado saltos precisos que ayudaron a pasar fácilmente cada obstáculo.
Después de superar obstáculos, el terreno se elevó y se tornó más empinado, lo que dificultó el movimiento de los unicornios. La velocidad disminuyó, lo que permitió que otros participantes superen a Alba. Pero ella no se rindió, mantuvo el paso, verificando cada obstáculo y aprovechando para sobrepasar a sus competidores.
Finalmente, la carrera llegó a su final, un gigantesco prado, donde la meta se encontraba situada a lo alto de una colina. Alba galopó con todo su potencial, saltando todos los obstáculos y acelerando su velocidad al instante. Los otros unicornios alados corrieron detrás de ella, tratando de alcanzar la cima.
El último obstáculo era el más desafiante, había una gran pared que se interponía en el camino de Alba. Ella sabía que la única forma de ganar la carrera era superar ese obstáculo. Dio un impulso enorme, saltó la pared y llegó al final. Alba era la campeona de la carrera de obstáculos del unicornio alado.
Los demás unicornios se acercaron a felicitarla con alegría y camaradería. Nadie podía igualar su habilidad y resistencia. Alba, radiante y feliz, agradeció a todos los unicornios que habían participado en la carrera y afirmó que había sido una experiencia única. Toda la concentración, el entrenamiento y el esfuerzo habían sido recompensados con éxito.
La multitud vitoreó y aplaudió su gran hazaña. Alba era excelente, nada podía detenerla. Después de la gran celebración, ella se dirigió a su lugar de origen, donde recibió la recompensa por su gran desempeño. Un colgante dorado y un trofeo en forma de corazón que premiaba su gran habilidad.
Desde entonces, Alba se convirtió en el icono de los unicornios alados y los demás competidores la veían como una inspiración para seguir entrenando duro y lograr grandes hazañas. Alba, por su parte, decidió seguir entrenando y mejorando su técnica. Ella sabía que siempre habría nuevas carreras y desafíos y que debía estar preparada para cualquier obstáculo que pudiera interponerse en su camino.
Así, Alba siguió volando alto, dejando atrás a sus competidores. Pero, lo más importante: superando sus propios límites. La carrera de obstáculos del unicornio alado había sido una experiencia única en la que ella había demostrado lo grande e imparable que puede llegar a ser cuando se está enfocado en alcanzar los sueños.