La casa de la bruja malvada

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La casa de la bruja malvada
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La casa de la bruja malvada. Érase una vez, en un misterioso bosque rodeado de niebla, una casa muy especial habitada por una bruja malvada. Esta casa tenía ventanas rotas, puertas arruinadas y un techo viejo y decrépito. Pero a pesar de su aspecto abandonado, la casa de la bruja era un lugar donde pasaban cosas extrañas.

Un día, una niña llamada Ana se aventuró en el bosque y descubrió la casa de la bruja malvada. Curiosa y atrevida, decidió entrar a investigar. La casa estaba llena de libros de hechizos, pociones y objetos extraños. Pero lo más sorprendente era la bruja, quien la recibió sonriendo.

La niña estaba asustada, pero la bruja le aseguró que no le haría daño. Le ofreció un delicioso pastel y un poco de té de hierbas. Ana aceptó agradecida, y pronto se dio cuenta de que, aunque la casa de la bruja era temible, ella misma no era tan malvada como parecía.

Con el tiempo, Ana visitaba a la bruja a menudo, aprendiendo todos sus trucos y secretos. A veces hacían pasteles, otras veces practicaban hechizos y pociones. Pero lo que más le gustaba a Ana era escuchar las historias de la bruja, de su vida aventurera y su juventud, cuando era una gran maga.

Una tarde, mientras exploraba el jardín de la bruja, Ana encontró una llave dorada. No sabía para qué servía, pero se la llevó a la casa. Cuando la bruja la vio, se sorprendió y le contó una historia que nunca había compartido con nadie.

Hace muchos años, la bruja fue una niña huérfana que se dedicó a estudiar magia. Una noche, leyó en un libro antiguo sobre una llave dorada que podía abrir una puerta mágica. Con mucho esfuerzo, la bruja encontró la llave y siguió el mapa que estaba en el libro. La puerta se abrió, y la bruja vio un mundo maravilloso lleno de luz y colores.

– «Es el reino de los sueños», le dijo un hada amable que le habló. – «Todos los niños y niñas pueden venir aquí cuando duermen, para jugar y pasar un rato maravilloso».

La bruja estuvo en el reino de los sueños durante horas, disfrutando de todo lo que veía. Pero cuando se hizo tarde, la bruja se dio cuenta de que no podía volver al mundo real. La llave dorada no abría la puerta, y la bruja estaba atrapada.

Asustada, la bruja buscó una salida, pero pronto descubrió que el reino de los sueños estaba controlado por un malvado mago que no dejaba escapar a la gente. Con valentía, la bruja consiguió derrotarlo usando sus habilidades mágicas, pero suerte o desgracia, quedó encerrada en el reino de los sueños.

– «Estoy aquí desde entonces. Desde hace siglos, esperando que alguien encuentre la llave dorada y venga a rescatarme». La bruja lanzó una mirada a Ana, su joven amiga.

Ana entonces recordó la llave dorada que había encontrado y sintió que era una señal. Sin dudarlo, corrió hacia la puerta del jardín de la bruja y allí, en un agujero cubierto por la hiedra, encontró un tonel lleno de agujas y pentáculos. Era la entrada al reino de los sueños.

La niña, riendo de emoción, metió la llave dorada en la cerradura del tonel. La puerta se abrió con un crujido y Ana se adentró en el mundo de los sueños, guiada por la bruja malvada.

El reino de los sueños era espectacular; el cielo brillaba de colores, las flores cantaban y los ríos bailaban. Ana se divirtió mucho con las hadas, unicornios montaraces, pájaros cantores, y todo lo que veía allí. El reino de los sueños era un lugar donde todo era posible, un lugar de alegría y felicidad.

Sin embargo, la aventura pronto acabó. Era hora de regresar al mundo real. Ana se despidió de la bruja malvada y le entregó la llave dorada. Con lágrimas en los ojos, la bruja se despidió, pero con una sonrisa agradecida. Había sido liberada para siempre del reino de los sueños.

La niña corrió hacia su casa con mucha alegría y ruido, recordando cada aventura que había vivido allí. Desde ese día, no volvió a ver la casa malvada de la bruja. Pero siempre recordaba el gran misterio y la emoción que había vivido al internarse en el mundo de los sueños.

Y así, se cuenta que la llave dorada sigue guardada, un tesoro escondido y protegido en la casa de la bruja malvada. Pero la niña Ana siempre recordará su aventura en el reino de los sueños y el día en que ayudó a liberar a la bruja, quien a partir de ese día, se convirtió en una amiga para siempre.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La casa de la bruja malvada
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