La casa del árbol encantado

Tiempo de lectura: 4 minutos

La casa del árbol encantado
¿PREFIERES UN AUDIOCUENTO?

Si prefieres, puedes escuchar el cuento mientras haces otras tareas

La casa del árbol encantado. Érase una vez un pequeño pueblo llamado Villa Arcoiris, donde todos los habitantes eran muy amables y trabajadores. En medio del pueblo, había un bosque maravilloso que se extendía por kilómetros y kilómetros, y en el corazón del bosque había una casa muy especial: la casa del árbol encantado.

La casa del árbol encantado era un lugar mágico donde vivían dos hadas muy bondadosas, llamadas Flor y Luna. Estas hadas eran las guardianas del bosque, y se aseguraban de que todas las criaturas que vivían allí estuvieran a salvo y felices.

Cada día, los niños y niñas de Villa Arcoiris visitaban la casa del árbol encantado para jugar con las hadas y descubrir los secretos del bosque. Un día, mientras jugaban, Flor y Luna les contaron una historia muy especial.

Había una vez una mariposa llamada Margarita, que no era como las demás mariposas. A diferencia de las demás, ella no tenía alas para volar. Margarita era muy triste porque no podía volar como las demás mariposas, y se sentía sola y diferente.

Los niños y niñas de Villa Arcoiris escuchaban atentos la historia de la mariposa, y Flor y Luna les dijeron algo que les dejó sorprendidos: «La mariposa Margarita no sabía que era especial. Tú eres especial también, solo necesitas descubrir tus talentos y habilidades».

Los niños y niñas de Villa Arcoiris se fueron a casa pensando en la historia de la mariposa Margarita, y se dieron cuenta de que cada uno tenía algo especial que ofrecer al mundo.

Un día, mientras caminaban por el bosque, encontraron una flor muy hermosa. Era una flor muy rara, que no se veía con frecuencia en el bosque. Decidieron llevar la flor a Flor y Luna para que les dijeran qué tipo de flor era.

«Esta flor es muy especial», dijeron las hadas. «Solo florece una vez al año, y tiene un poder mágico». Entonces, las hadas les explicaron que si plantaban la flor en su jardín, podrían descubrir sus propios talentos y habilidades.

Los niños y niñas de Villa Arcoiris plantaron la flor en su jardín, y la cuidaron con mucho amor y atención. Pronto, la flor comenzó a florecer, y cuando lo hizo, algo mágico sucedió.

Cada niño y niña vio en la flor una imagen diferente: un deportista, un artista, un músico, un científico, un escritor… Todos se dieron cuenta de que tenían un talento especial, algo que les hacía únicos y especiales.

A partir de ese día, los niños y niñas de Villa Arcoiris comenzaron a practicar sus talentos día a día. Se daban cuenta de que eran buenos en algo, y que podían ser aún mejores si trabajaban duro.

Por ejemplo, uno de los niños descubrió que se le daba bien correr, y comenzó a entrenar cada día para convertirse en el mejor corredor del pueblo. Otro niño descubrió que le gustaba dibujar, y creó un hermoso mural en la escuela.

Todos los niños y niñas de Villa Arcoiris se sentían más seguros y felices gracias a la flor mágica, y trabajaron cada día para hacer realidad sus sueños y metas.

Un año después de haber plantado la flor, se reunieron en la casa del árbol encantado para agradecer a Flor y Luna por su ayuda. Les dieron las gracias por enseñarles lo especial que eran, y por ayudarles a descubrir sus talentos.

Las hadas sonrieron con cariño, y les dijeron: «Recuerden siempre que son únicos y especiales, y que cada uno tiene algo valioso que ofrecer al mundo. Nunca dejen de creer en sí mismos y de trabajar duro por lo que quieren».

Los niños y niñas de Villa Arcoiris prometieron seguir trabajando duro para hacer realidad sus sueños, y se despidieron de Flor y Luna con un fuerte abrazo.

Desde entonces, la flor mágica siguió floreciendo cada año, recordándoles a todos los habitantes de Villa Arcoiris lo especiales que eran, y que podían lograr cualquier cosa si trabajaban duro y confiaban en sí mismos.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La casa del árbol encantado
¿Te ha gustado «La casa del árbol encantado»?
¡Compártelo con tus amigos!
Facebook
Twitter
Pinterest
WhatsApp
Email
Imprimir