La casa del bosque de los espíritus malignos. Érase una vez, en medio del bosque, una casa abandonada y desolada conocida como la casa del bosque de los espíritus malignos. Muchas leyendas rodeaban esa casa, y la gente del pueblo se negaba a pasar por ahí, creyendo que estaba habitada por seres sobrenaturales.
Un día, dos amigos llamados Luis y Sofía, que caminaban por el bosque en busca de aventuras, llegaron a la casa del bosque de los espíritus malignos. Al principio tenían miedo, pero finalmente se armó de valor para entrar.
Al entrar, la casa parecía vacía, pero en un momento, empezaron a escuchar ruidos extraños, como si alguien estuviera caminando en la casa. Los dos amigos se asustaron mucho y trataron de salir, pero descubrieron que la puerta estaba cerrada.
Luis y Sofía empezaron a buscar una forma de salir, recorrieron la casa en busca de una salida, pero no encontraron nada. Hasta que llegaron a una habitación donde encontraron una vieja escalera que llevaba a un sótano muy oscuro. Sin embargo, no encontraron otra forma de salir y pensaron que tal vez esa era su única opción.
Decidieron bajar por la escalera, pero al llegar al sótano, vieron algo que les cortó la respiración: había una celda con un niño llorando, y parecía estar atrapado allí.
Luis y Sofía, asustados, decidieron ayudar al niño. Descubrieron que tenía una llave pegada a la pared de la celda y decidieron liberarlo. Cuando el niño salió de la celda, les contó que estaba atrapado allí porque había sido secuestrado por un hombre malvado que quería enriquecerse a través del tráfico de personas.
Tres amigos juntos, Luis, Sofía y el niño, deciden escapar y buscar ayuda para poder salir del bosque y del terrible peligro. Comenzaron a caminar por el bosque a toda prisa, evitando ser vistos por el hombre malvado.
Afortunadamente, después de mucho caminar, llegaron al pueblo, donde pidieron ayuda a la policía para encontrar al hombre malvado y tomar medidas legales contra él. Gracias a su valentía y coraje, lograron poner fin a la actividad delictiva del hombre malvado.
Desde ese día, Luis y Sofía fueron vistos como héroes por la gente del pueblo y se convirtieron en mejores amigos del niño rescatado. Y aunque la casa del bosque de los espíritus malignos seguía siendo un lugar espeluznante, ya no era peligrosa gracias a la valentía de los tres amigos.
Moral de la historia: Nunca juzgues un libro por su portada y siempre ayuda a aquellos en peligro.