La casa del callejón oscuro

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La casa del callejón oscuro
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La casa del callejón oscuro. Érase una vez una casa en el callejón oscuro. Esta casa era muy extraña, ya que nunca se veía a nadie entrar o salir de ella. Además, había varios rumores que circulaban por el barrio que indicaban que la casa estaba embrujada.
Pero un día, una niña llamada Lucía decidió explorar la casa del callejón oscuro. Esta niña siempre había sido muy curiosa y valiente, y sabía que la única forma de acabar con los rumores era ver con sus propios ojos lo que se escondía dentro de la casa.

Lucía se acercó a la casa y llamó a la puerta. Pero no hubo respuesta. Así que decidió entrar, y para su sorpresa, la puerta estaba abierta. Al principio, le pareció que la casa estaba completamente vacía, pero entonces vio algo extraño. Había un gran reloj en una esquina, y las agujas del reloj parecían estar moviéndose por sí solas.

De repente, Lucía escuchó un ruido, como si alguien estuviera subiendo las escaleras. Asustada, decidió esconderse detrás del sofá que estaba en la sala de estar. Y allí se quedó muy quieta, esperando a que pasaría. Entonces, oyó una voz: «Bienvenida a mi casa».

Lucía estaba realmente asustada, pero al mismo tiempo, también estaba muy curiosa. Así que levantó la cabeza para ver de quién eran esas palabras. Y entonces vio a una anciana, que parecía ser la dueña de la casa. La anciana tenía una sonrisa en su rostro, y Lucía supo en ese momento que no tenía nada que temer.

La anciana le explicó que su casa no estaba embrujada, sino que simplemente era muy antigua. Además, le mostró todas las cosas interesantes que tenía en su casa: desde una colección de muñecas antiguas hasta una biblioteca con libros muy raros.

Pero lo que más impresionó a Lucía fue el jardín que había detrás de la casa. Era un jardín enorme, lleno de flores y plantas que nunca había visto antes. La anciana le explicó que había cultivado todas esas plantas ella misma, y que siempre había sido su mayor pasión.

Lucía sintió una gran admiración por la anciana y decidió que quería aprender todo lo que pudiera de ella. Así que empezó a visitar la casa del callejón oscuro todas las semanas, y la anciana le enseñaba todo lo que sabía sobre plantas y jardinería.

Gracias a la anciana, Lucía descubrió que tenía un talento oculto para la jardinería. Así que empezó a cultivar sus propias plantas en casa, y poco a poco, fue transformando su pequeño jardín en un espacio lleno de vida y color.

Con el tiempo, la casa del callejón oscuro dejó de ser un lugar misterioso y embrujado, y se convirtió en un hogar lleno de vida y aprendizajes para Lucía. La niña estaba muy agradecida por haber tenido la valentía de explorar la casa, ya que gracias a eso había descubierto una gran pasión que nunca hubiera imaginado tener.

Y así, la casa del callejón oscuro se convirtió en una historia más del barrio, pero esta vez, una historia llena de aprendizaje, valentía, y una pasión que hizo brillar los ojos de la pequeña Lucía.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La casa del callejón oscuro
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