La casa del laberinto de espejos

Tiempo de lectura: 3 minutos

La casa del laberinto de espejos
¿PREFIERES UN AUDIOCUENTO?

Si prefieres, puedes escuchar el cuento mientras haces otras tareas

La casa del laberinto de espejos. Érase una vez en un bosque mágico, existía la Casa del Laberinto de Espejos. Nadie sabía cómo se había formado esa casa, pero todos los que habían entrado, se habían perdido en su interior. Era muy difícil encontrar la salida, ya que la casa tenía muchos espejos que reflejaban tu imagen una y otra vez, confundiendo a los visitantes y haciéndolos dar vueltas sin sentido.

Un día, dos amigos llamados Julia y Pablo, entraron en la casa del laberinto de espejos. Entraron con mucha emoción y alegría, pero al poco rato se dieron cuenta de que todas las puertas parecían iguales y no sabían por donde habían venido. Al mirar en los espejos, vieron su reflejo multiplicado en muchas direcciones, confundiéndose aún más.

Julia y Pablo decidieron trabajar juntos para encontrar la salida de la casa del laberinto de espejos. Avanzaron por un pasillo y encontraron una puerta, la cual parecía distinta de las demás. Se animaron a abrirla, pero para su sorpresa, solo encontraron un armario. Miraron dentro y descubrieron un álbum de fotos, donde se veía la historia de aquella casa.

La casa había sido construida por un hechicero que quería crear un lugar para divertirse. Cuando decidieron salir de la habitación, les pareció que era más fácil encontrar el camino, pues llevaban con ellos algo que les había dado información y conocimiento. Se dieron cuenta que el secreto para encontrar la salida, estaba en descubrir su historia. Tomaron el álbum de fotos y comenzaron a avanzar por el pasillo, encontrando nuevos desafíos en su camino, como espejos con formas extrañas y portales que los llevaban a lugares distintos.

De repente, mientras recorrían los pasillos, llegaron a una puerta misteriosa, donde había un cartel que decía «El laberinto final». La emoción los invadió y se esforzaron aún más para encontrar la salida. Luego de mucho esfuerzo lograron abrir la puerta, pero no encontraron el final del laberinto, sino una nueva habitación con un gran espejo.

Decidieron mirarse en el espejo, esperando ver sus reflejos, pero para su sorpresa, no lo vieron. En ese momento, comprendieron que la casa del laberinto de espejos era un lugar especial, donde la verdadera salida era descubrir tu propio ser y no dejarse engañar por la ilusión de los espejos.

Julia y Pablo aprendieron una gran lección en aquella casa, que para encontrar nuestro camino en la vida, no podemos dejarnos engañar por la imagen que los otros nos reflejan en el espejo, sino que debemos mirarnos bien por dentro y entender quienes somos en realidad. De esta forma, descubrirán la mejor solución para cada situación.

Así, después de muchas aventuras, Julia y Pablo lograron salir de la casa del laberinto de espejos, llevando consigo un gran aprendizaje y un álbum lleno de fotos de esa experiencia única. Desde entonces, cada vez que se enfrentan a un desafío, recuerdan la lección que aprendieron y trabajan juntos, sin dejarse engañar por las ilusiones del mundo.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La casa del laberinto de espejos
¿Te ha gustado «La casa del laberinto de espejos»?
¡Compártelo con tus amigos!
Facebook
Twitter
Pinterest
WhatsApp
Email
Imprimir