La Escuela de Gatitos. Érase una vez en una pequeña aldea, un grupo de gatitos muy curiosos y juguetones que siempre estaban explorando. Un día, mientras caminaban por el bosque, se encontraron con una escuela muy peculiar.
La escuela estaba llena de gatitos de diferentes edades y tamaños. La clase estaba dirigida por una maestra muy cariñosa y sabia que enseñaba a los gatitos todo lo que necesitaban saber para ser gatos adultos felices y saludables.
La maestra les enseñó cómo cazar ratones, cómo cuidar su pelaje y cómo mantenerse a salvo de los peligros del mundo exterior. Los gatitos se divirtieron mucho aprendiendo y jugando con sus nuevos amigos.
Sin embargo, había un gatito, llamado Max, que era muy tímido y le costaba hacer amigos. La maestra se dio cuenta de su situación y decidió ayudarlo.
Un día, la maestra organizó un juego de pelota con todos los gatitos de la escuela. Max dudó al principio, pero finalmente decidió unirse al juego. Al principio, Max se sintió torpe y nervioso, pero con la ayuda de sus nuevos amigos, comenzó a sentirse más seguro y se divirtió mucho.
De repente, la pelota voló por encima de la cerca y Max corrió tras ella. Cuando llegó al otro lado de la cerca, se encontró con un perro grande y aterrador. Max estaba temblando de miedo.
La maestra, que había estado observando, vino corriendo y se dio cuenta de que Max estaba en problemas. Con valentía, se enfrentó al perro y lo ahuyentó. Max estaba a salvo y estaba muy agradecido con la maestra.
Desde ese día, Max se sintió mucho más confiado y feliz. Aprendió que tener amigos de confianza es muy importante y siempre recordaría ese día en el que la maestra lo salvó de una situación peligrosa.
