La fiesta de los monstruos de Halloween. Érase una vez en un pequeño pueblo llamado Hallowsville, donde cada año, durante la noche de Halloween, se celebraba una gran fiesta de monstruos. Durante esta noche, todos los monstruos de la ciudad se reunían para celebrar y bailar juntos en la plaza del pueblo. Los niños y niñas también estaban invitados a la fiesta y se disfrazaban de sus monstruos favoritos para unirse a la diversión.
En la mañana del día de Halloween, las calles del pequeño pueblo se llenaban de decoraciones espeluznantes y de monstruos de todas las formas y tamaños. Los niños y niñas se apresuraban a sus casas para vestirse con sus disfraces de monstruos y prepararse para la gran fiesta.
Entre los invitados de la fiesta se encontraban algunos de los monstruos más temidos, como Drácula, la Momia, el Hombre Lobo y el Monstruo de Frankenstein. Pero también había algunos monstruos más amigables, como la Bruja Amable, el Fantasma Buenos Deseos y el Conejo con Dientes Grandes.
La fiesta estaba en pleno apogeo cuando llegó un monstruo muy especial. Su nombre era Tito y era un pequeño monstruo peludo y peludo que siempre estaba dispuesto a hacer cosas divertidas. Tito era amado por todos los monstruos del pueblo y siempre tenía una sonrisa en su rostro.
Este año, Tito tenía una idea para hacer la fiesta aún más especial. Había preparado una sorpresa muy especial para todos los invitados. Reunió a un grupo de amigos para ayudarlo a crear la sorpresa. Decidieron crear un gran espectáculo de Halloween para que todos los monstruos pudieran disfrutar.
Empezaron a trabajar muy temprano en la mañana del día de Halloween. Durante todo el día, Tito y sus amigos cortaron, pegaron y pintaron decoraciones. Prepararon música y ensayaron una danza especial para la noche.
Finalmente, llegó el momento de la gran sorpresa. Todos los monstruos se reunieron alrededor del escenario en la plaza del pueblo y Tito y sus amigos comenzaron su espectáculo. Empiezan a sonar los tambores y los monstruos empiezan a bailar, mientras que Tito sigue la música en primera fila.
Los niños y niñas miraron maravillados mientras los monstruos presentaban su espectáculo. Hubo fuegos artificiales, música espeluznante y monstruos saltando y bailando por todas partes. Los monstruos tomaron a los niños y niñas y les enseñaron cómo moverse como verdaderos monstruos, e incluso les enseñaron algunos trucos de magia con sus propias varitas.
La fiesta continuó hasta altas horas de la noche, con todos los monstruos bailando y cantando juntos. Los niños y niñas estaban emocionados y felices de haber sido invitados a esta maravillosa fiesta de monstruos.
Finalmente, llegó el momento de despedirse. Los monstruos se despidieron de los niños y niñas con abrazos y besos. Tito agradeció a sus amigos por ayudarlo a crear la sorpresa y prometió que el próximo año sería aún mejor.
Y así, la fiesta llegó a su fin, y todos los monstruos partieron en la noche en busca de más diversión. La ciudad volvió a la tranquilidad, pero los niños y niñas siempre recordarán esta noche especial con los monstruos. Y Tito se convirtió en el héroe de la fiesta de Halloween en Hallowsville.
Desde entonces, cada año, la fiesta de Halloween en Hallowsville es aún más especial que el año anterior, y todo gracias a Tito y sus amigos monstruosos. Los niños y niñas siempre esperan esta noche mágica de monstruos, donde pueden ser parte de un mundo lleno de magia y diversión. Y mientras las decoraciones se desvanecen y el tiempo pasa, el recuerdo de la fiesta de los monstruos de Halloween en Hallowsville sigue vivo en la memoria de los niños y niñas que la vivieron.