La fiesta de Navidad de los animales del bosque. Érase una vez en el bosque mágico, una fiesta muy importante estaba a punto de suceder. Todos los animales del bosque estaban haciendo los preparativos para la fiesta de Navidad que se celebraría en su hogar, el bosque.
Los ciervos estaban adornando los árboles con guirnaldas y luces brillantes, mientras que los conejos estaban preparando un gran fuego para mantenerse calientes. Las ardillas estaban ocupadas cocinando deliciosos manjares y los ratones preparaban música para la fiesta.
Los animales estaban muy emocionados por la llegada de uno de los invitados más importantes: Santa Claus. Todos habían estado ayudando a preparar regalos para Santa y esperaban con ansias la llegada de su invitado especial.
Finalmente llegó la noche de la fiesta. El bosque estaba bellamente decorado con luces titilantes en los árboles y los tazones y platos llenos de los manjares más deliciosos. Los animales estaban listos para recibir a su invitado especial.
La noche iba perfecta. Todos los animales estaban bailando, comiendo y divirtiéndose en la fiesta de Navidad. De repente, un ruido extraño se escuchó. Era un ruido que nadie había escuchado antes. Los animales se detuvieron y se miraron entre sí, preguntándose qué podía estar causando ese ruido.
De repente, una figura misteriosa apareció. Todos los animales estaban sorprendidos al ver a un oso polar en su bosque. El oso parecía triste y desconcertado, sus ojos estaban húmedos por la nieve y parecía cansado.
Los animales lo rodearon de inmediato, preocupados por él. El búho sabio se acercó y le preguntó: «¿Qué te trae a nuestro bosque, amigo?»
El oso polar respondió con un profundo suspiro: «Soy el único oso polar en mi hábitat natural. Mi hogar se está derritiendo y no tengo a dónde ir. No sé qué hacer, estoy sola y confundida».
Los animales que estaban alrededor del oso polar se pusieron en contacto unos a otros, pensando en cómo ayudar al oso polar. Decidieron invitarlo a la fiesta y hacerle saber que él era uno de ellos. Todos los animales subieron al escenario y juntos cantaron «Noche de Paz» para el oso polar. El oso polar se movió hasta las lágrimas: nunca antes había experimentado tal amor y amabilidad.
Después de esto, todos los animales comenzaron a trabajar juntos para encontrar un lugar seguro y acogedor para el oso polar para pasar la Navidad. El búho sabio llamó a su amigo águila para que lo ayudara a buscar un lugar seguro. Los zorros trajeron mantas calientes y los conejos prepararon la comida para él.
Finalmente, la Navidad llegó y todos los animales se reunieron en el lugar donde habían encontrado un hogar temporal para el oso polar. La pequeña familia que habían creado era fuerte y cariñosa juntas en su propósito de hacer de la Navidad una fiesta que siempre recordarían. Comieron juntos y se divirtieron.
Eventualmente, llegó la hora de despedirse del oso polar. Le dijeron adiós con lágrimas en los ojos y le prometieron que irían a visitarlo de vez en cuando.
El oso polar se fue agradecido y feliz, sabiendo que había encontrado nuevos amigos en el bosque mágico. Los animales del bosque volvieron a su fiesta de Navidad con una sensación de alegría en sus corazones, sabiendo que habían hecho algo bueno esa noche.
Desde ese día, el oso polar es bienvenido en el bosque mágico cada vez que quiera unirse a ellos en la celebración de Navidad. Y todos los animales son ahora más conscientes de cómo cuidar el medio ambiente para que más animales puedan ser tan felices como ellos en su bosque mágico.