La fiesta del terror de Halloween

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La fiesta del terror de Halloween
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La fiesta del terror de Halloween. Érase una vez, en una pequeña ciudad llamada Halloween, donde los habitantes amaban la noche de Halloween por encima de todo. Los niños disfrutaban de dulces y travesuras, los jóvenes se disfrazaban y salían a divertirse y los adultos decoraban sus puertas con calabazas, telarañas y luces de Halloween.

En el centro de la ciudad, había una casa vieja y abandonada que se decía que estaba embrujada. Los niños se reunían alrededor de ella para contar historias de miedo y jugar al «truco o trato».

Pero un año, algo extraño sucedió en la casa embrujada. La gente comenzó a escuchar ruidos extraños y ver sombras moviéndose dentro de ella. Los rumores se propagaron rápidamente, y muchos creían que la casa estaba habitada por fantasmas.

Una noche, durante la celebración de Halloween, un grupo de niños decidió averiguar qué sucedía en la casa embrujada. Se vistieron con sus disfraces más valientes y se dirigieron hacia la casa.

Al entrar, los niños vieron que la casa estaba decorada con más luces de Halloween que ninguna otra casa en la ciudad. Pero algo no estaba bien. Las luces parpadeaban y los ruidos eran cada vez más fuertes. Los niños estaban aterrorizados.

Fue entonces cuando apareció un fantasma real, con una sonrisa en su rostro, y les dijo: «¡Feliz Halloween, chicos!».

Los niños se quedaron boquiabiertos. Era el dueño de la casa haciéndoles una broma. Todo estaba planeado para la fiesta más aterradora de la ciudad.

El dueño de la casa, llamado Jack, siempre había sido un amante de Halloween. Había preparado una gran fiesta temática en su casa embrujada para sorprender a todos los niños de la ciudad.

La fiesta estaba ambientada con títeres hechos a mano con forma de arañas, calabazas de todas las formas y tamaños, y decenas de disfraces asustadizos. Todo estaba muy bien decorado e iluminado, como una película de terror.

Los niños se sorprendieron, pero rápidamente se adaptaron. Jack les invitó a disfrutar de la fiesta y probar las delicias que había preparado. Había malvaviscos con forma de arañas, pastelillos de arándanos y ponche de vampiros. Fue una noche llena de diversión y sustos.

Cuando llegó la hora de ir a casa, Jack les guiñó un ojo y les dijo: «El próximo Halloween, preparen sus disfraces más aterradores, porque volveremos a hacer la fiesta del terror».

La fiesta de ese año fue la más emocionante y aterradora que la ciudad había visto jamás. Jack había hecho realidad el sueño de todo amante de Halloween, y los niños se divirtieron más de lo que nunca podrían haber imaginado.

Desde aquel día, la casa embrujada de Jack se convirtió en un lugar de peregrinación para todos los amantes de la noche más aterradora del año. La gente se reunía allí a contar historias de miedo, comer dulces y tomar ponche de vampiros. Todos los años, Jack hacía algo nuevo y emocionante para sorprender a la gente.

Así, la casa embrujada de Jack se convirtió en un lugar de felicidad y diversión para toda la ciudad de Halloween. Los niños se emocionaban cada año en espera de la fiesta de Halloween y de la casa embrujada de Jack.

Y aunque la casa de Jack ya no está en pie hoy en día, su memoria vive en la celebración de Halloween y en aquellos días de felicidad y diversión en los que todos se reunían para dar rienda suelta a su lado más aterrador y emocionante.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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