La Gatita y el Dragón de Cristal. Érase una vez una pequeña gatita que solía jugar cerca de su casa todos los días. Un día cualquiera, mientras se divertía en el bosque cercano, la gatita encontró algo que nunca había visto antes: un dragón de cristal.
El dragón era una criatura impresionante y majestuosa, pero su cuerpo era completamente transparente, como si estuviera hecho de cristal. La gatita se acercó con curiosidad al dragón, que no parecía estar herido ni tener miedo.
La gatita preguntó amablemente: «Hola, pequeño dragón, ¿estás bien?»
El dragón levantó la cabeza y respondió con una voz suave y tranquilizadora: «Sí, estoy bien, pero estoy atrapado aquí. Necesito volver a mi hogar en el país de los dragones de cristal. ¿Puedes ayudarme?»
La gatita no sabía cómo ayudar al dragón, pero sabía que no podía dejarlo allí solo y abandonado. Decidió que lo mejor era llevar al dragón de cristal a su casa para preguntar a sus amigos animales si alguien sabía cómo ayudar al pequeño dragón.
La gatita llevó al dragón a su casa y presentó al pequeño a sus amigos. Después de varios intentos fallidos por parte de varios animales, la tortuga mencionó que sabía de alguien que quizás podría ayudar: el búho sabio de la colina.
Los animales, incluyendo al dragón de cristal, se dirigieron a la colina donde el búho sabio tenía su hogar. Después de presentar el dragón de cristal, todos los animales pidieron ayuda al búho para poder ayudar al dragón a volver a casa. El búho les explicó que para liberar al dragón, necesitarían encontrar la gema mágica del país de los dragones de cristal y que cada animal tenía una habilidad especial que los ayudaría a encontrarla.
La tortuga era naturalmente resistente y fue enviada a nadar en el lago, mientras que la fuerte hormiga se quedó cerca del árbol más grande del bosque para buscar la gema en las ramas más altas. La abeja fue capaz de encontrar flores raras en su búsqueda, lo que los animales esperaban que los llevara a la gema mágica.
Mientras tanto, la gatita pensó en su habilidad especial, y sabía que podía ver cosas que otros no podían ver. Entonces, en su búsqueda, la gatita comenzó a escalar por encima de los árboles, tratando de buscar un signo. Entonces, pasando por un árbol alto, la gatita vio algo inusual. Se bajó rápidamente y corrió para informar a los demás animales.
«Vi algo brillante en la rama superior del árbol más alto», anunció la gatita. «Algo que podría ser la gema mágica que estamos buscando».
La hormiga y la abeja de inmediato volaron y subieron para investigar la rama superior del árbol más alto. Encontraron una piedra pequeña, pero nunca habían visto nada como eso. Pero sabían que era algo especial.
«Esta piedra tiene que ser la gema mágica que estamos buscando», anunció la hormiga emocionada.
Al regresar con la gema mágica, todos los animales se alegraron de ver la emoción del dragón de cristal mientras sostenía la piedra en sus manos.
«¡Gracias a todos ustedes, queridos amigos! Yo aún no estoy seguro de cómo sucedió todo esto, pero estoy muy agradecido», dijo el dragón con una gran sonrisa.
Después de obtener una joya de dragón de cristal, el búho sabio se encargó de enviar al dragón de regreso al país de los dragones de cristal donde pertenece.
«¡Adiós amigos! ¡Los llevaré en mi corazón a todos ustedes!», Gritó el dragón mientras se elevaba lentamente por encima del bosque.
La gatita y sus amigos se quedaron allí, mirando hacia el cielo mientras el dragón de cristal volaba hacia su hogar. Todos estaban contentos de haber ayudado al pequeño dragón y, después de esta increíble experiencia, la gatita y sus amigos esperaban conocer a muchos más amigos y criaturas mágicas.