La Hada de la Bebida. Érase una vez en un reino lejano, en el que la gente era muy feliz y próspera. Montañas gigantes y ríos cristalinos adornaban el paisaje, y la naturaleza era verdaderamente impresionante. Lo que más enamoraba a los visitantes y habitantes del reino era la variedad de bebidas que existían, con sus sabores únicos y deliciosos. La bebida más popular en todo el reino era el aguamiel, y nadie podía resistirse a su aroma y sabor.
La Hada de la Bebida vivía en un bosque mágico, en medio del reino. Ella era la encargada de crear y distribuir las bebidas más exquisitas y hermosas de todo el territorio. Todos se maravillaban por su astucia e inteligencia para crear las bebidas más deliciosas, y además, siempre estaba dispuesta a dar consejos y ayudar a todo aquel que estuviera necesitado.
Un día, un joven llamado Amarelo llegó a la casa de La Hada de la Bebida, asustado y muy preocupado. Venía de la aldea vecina, y tenía la triste tarea de anunciar la noticia de que su pueblo se encontraba muy mal, ya que padecían una gran sequía que ha dejado seca el único manantial de su aldea. La gente ya no sabía qué hacer, y pedían a la Hada de la Bebida alguna solución rápida, ya que las plantas y los campos se estaban marchitando por la falta de agua.
La Hada de la Bebida, viendo la gran necesidad del pueblo vecino, decidió ayudar a Amarelo con su problema. Decidió enviar un mensaje urgente a todos los habitantes del reino para que trabajen juntos y enfrenten la sequía que asuela el pueblo vecino de Amarelo. La Hada de la Bebida convocó a los habitantes del reino para que se unan en una gran misión de ayuda «para que todos beban agua cristalina en abundancia».
El rey de este reino, asumiendo la tarea de convocar a los habitantes hacia la buena causa, hizo grandes carteles animando a todos los habitantes para que se unan en la misión «¡La sequía no será un problema si todos trabajamos juntos!». Haciendo un llamado a toda la gente del reino a cooperar, tanto como les sea posible: Una hora de su tiempo, su buen corazón a través de donaciones, contribuciones, impulsar el trabajo colectivo, compartir recursos entre otras ideas. Él sabía que su pueblo no podía pasar por más dificultades, y si había alguien que podía ayudarlos en esta situación, era La Hada de la Bebida.
Los habitantes del reino respondieron al llamado del rey y de la Hada de la Bebida. Inmediatamente comenzaron a trabajar en equipo, sin importar el color, las edades, la posición social o los poderes que tenían en el reino. Todos estaban unidos en una sola misión, sabiendo que si trabajaban juntos y con un corazón generoso, podrían llevar agua cristalina al pueblo vecino de Amarelo.
Durante varios días, se trabajó duro para construir un sistema de túneles que conectara el manantial de la aldea vecina con el río más grande del reino. A través de la ayuda de la Hada de la Bebida, de las habilidades y talentos de los habitantes; conformaron caminos de comunicación y transporte, los cuales permitieron un flujo de agua abundante y seguro para el pueblo afectado. Se trabajó día y noche, todos juntos, y finalmente, el pueblo de Amarelo se llenó de agua cristalina.
La alegría y el agradecimiento del pueblo de Amarelo fue inmenso y no se hizo esperar. Todos bailaban y se regocijaban, bendiciendo a la Hada de la Bebida y a los habitantes del reino que los habían ayudado en su momento de necesidad. Además, los habitantes del reino se dieron cuenta de que trabajando juntos en equipo, podían lograr cualquier cosa. La sequía que se abatió en ese pueblo, se transformó en la gran oportunidad de demostrarse que no están solos en la lucha por un bien común.
La Hada de la Bebida se sintió satisfecha por la solución conseguida, y feliz por haber podido ayudar al pueblo de Amarelo. Además, su gran espíritu generoso hizo que regalara al pueblo de Amarelo una gran cantidad de aguamiel, una bebida que era famosa y muy apreciada en el reino. Para la Hada de la Bebida, el aguamiel era una bebida mágica, capaz de transformar el corazón de las personas y volverlo más generoso y amable. Por esta razón, su plan le permitió que las familias de Amarelo tengan suficiente agua cristalina durante la sequía, y una bebida deliciosa con la energía renovada para sobrevivir.
Esta historia se corrió con rapidez por todo el reino, y el pueblo de Amarelo pasó a ser conocido como el pueblo de la amistad y la cooperación. La Hada de la Bebida, por su parte, se convirtió en una leyenda y todos la admiraban por su gran colaboración en la construcción del sistema de suministro eficiente de agua y porque una vez más, su gran corazón se ponía de manifestó. Ella se convirtió en un símbolo de cooperación, de ayuda al prójimo, y su fama creció rápidamente en todo el reino.
De esta forma, La Hada de la Bebida se convirtió en una verdadera heroína en el reino, y todas las bebidas que producía se convirtieron en símbolos de amistad y colaboración, dentro del gran territorio. El reino volvió a ser próspero y feliz gracias a la cooperación y amistad, y esto fue posible gracias a la ayuda de la Hada de la Bebida.