La Hada de la Cocina

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La Hada de la Cocina
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La Hada de la Cocina. Érase una vez una hábil y deliciosa hada de la cocina a quien encantaba preparar comidas más allá de los límites de la imaginación. Con su varita mágica, la hada podía hacer desaparecer ingredientes y mezclar sabores de maneras que ninguno otro ser en el reino podía. Pero a pesar de lo habilidosa que era en la cocina, su mayor deseo era encontrar la receta perfecta para satisfacer el paladar del rey, el cual necesitaba ganar el favor de su pueblo.

Una mañana, mientras estaba preparando una taza de té y revisando sus recetas, escuchó un ruido en su cocina que la hizo sobresaltar. Mirando alrededor, se dio cuenta que una de las frutas en su mesa se había transformado en un pequeño péndulo de oro. La hada de la cocina lo tocó con su hechizo y de repente el pequeño objeto comenzó a hablar. «Hola hada, soy el péndulo dorado. Yo puedo ver qué es lo que las personas realmente desean cuando entran en tu cocina,» dijo el péndulo.

La hada lo miró sorprendida y respondió: «¿Cómo es que puedes ver lo que la gente quiere comer? ¿Y por qué?» El péndulo respondió: «Bueno, verás, soy el péndulo dorado y tengo un poder mágico. Soy capaz de medir la vibración de la energía del cuerpo y eso me permite ver lo que las personas quieren de verdad. De esa manera, puedo ayudarte a encontrar la receta perfecta para el rey y, a la vez, ganar el favor de tu pueblo» le explicó el péndulo a la hada.

La hada sonrío y agradeció al péndulo dorado con felicidad. Juntos, comenzaron a preparar una receta que no solamente intentaría ganar el paladar del rey, sino que satisfacería todo su ser. El péndulo dorado guió a la hada sobre los ingredientes, los sabores y los aromas. Una pizca de canela por aquí, una pizca de nuez moscada por allá, hasta que finalmente, los dos crearon la receta perfecta, una sopa de pollo con fideos heitos a mano. La hada estaba segura de que sería un éxito rotundo.

Cuando la sopa estuvo lista, la hada la llevó al rey en su castillo y le permitió probarla en su propia mesa. El rey sonrío ampliamente cuando probó la sopa y exclamó: «¡Esta sopa es exactamente lo que necesitaba! No solamente alimenta mi cuerpo sino también mi espíritu». El rey estaba tan impresionado con la sopa que el publicó la receta en todo el reino y ordenó la construcción de una estatua en honor a la hábil hada de la cocina.

Con la ayuda del péndulo dorado, la hada de la cocina se convirtió en la cocinera más famosa del reino. La gente venía de todas partes para probar sus platos y los aprendices de los recién llegados pedián aprender de sus habilidades mágicas en la cocina. La hada de la cocina se convirtió en la persona más querida del reino y pasó sus días haciendo comida hasta que el sol se ponía,agradecida por el éxito que había logrado con la ayuda de su amigo el péndulo dorado.

Un día, mientras preparaba la cena en su cocina, llegó una niña pobre y famélica pidiendo ayuda. La hada de la cocina sin pensarlo dos veces, la invitó a su casa y le dio un plato de sopa de pollo, que se ha convertido en uno de sus platillos más reconocidos y deliciosos del reino.

La sorpresa llegó cuando la niña se emocionó tanto al probar el sabor que pidió la receta. La hada de la cocina se tomó de las manos con ella y le explicó cada etapa del proceso, asegurándose de que la niña hiciera todo con cuidado para que la sopa supiera aún mejor. A partir de ese día, la hada de la cocina se dio cuenta que su verdadero propósito en la vida no era sólo hacer comida deliciosa para el reino, sino dar amor a aquellos que lo necesitan más. Desde entonces, compartió sus habilidades y recetas con todos los habitantes del reino, incluyendo a aquellos menos afortunados.

Y así, en el día de la coronación del rey, la gente aplaudía con felicidad a su gran hada de la cocina. Los judíos la veían como un tesoro invaluable, una querida amiga que no sólo satisfizo su paladar, sino también calentó sus corazones. La hada de la cocina sabía que no habría sido feliz solo preparando comida deliciosa para el rey, si no también ayudando a aquellos que lo necesitaban. Así que comenzó a prestar su ayuda cada vez que fuera posible, transformándose no solo en la famosa hada de la cocina sino también en la mejor amiga de todos los habitantes del reino. Y así, la hada de la cocina se convirtió en una verdadera heroína, salvando al reino no solo con su comida sino también con su amor.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La Hada de la Cocina
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