La Hada de la Creatividad. Érase una vez en un mundo lleno de colores, donde todo lo que se podía imaginar podía hacerse realidad con la ayuda de una poderosa hada llamada Creatividad. Ella era la encargada de inspirar a los artistas, poetas, escritores y a todos aquellos que deseen manifestar su talento creativo en el mundo.
Un día, la Hada de la Creatividad, sintió que algo extraño estaba sucediendo en su mundo, algo que no podía definir exactamente. Así que, decidió realizar un viaje mágico para encontrar la fuente de este sentimiento extraño.
Mientras volaba por encima de los bosques, los ríos y las montañas hermosas, se topó con una pequeña aldea de hadas. Allí, encontró una hadita triste y sola, sentada en un árbol. Creatividad se acercó a ella y preguntó: «¿Qué te sucede, mi querida hadita?».
La hadita, con lágrimas en los ojos, le contó a Creatividad que le había sido asignada la tarea de crear una pieza magnífica para un importante baile de hadas, pero que no tenía idea de lo que podría hacer diferente y original. Había intentado todo lo que conocía, pero nada parecía estar funcionando.
Creatividad entendió de inmediato la situación, y decidió ayudarla. La llevó a través de un sendero oculto que sólo las hadas creativas conocían, y al final encontraron una gran puerta, cubierta de polvo y musgo. Sólo había una manera de abrirla: ¡pintarla con imaginación!
La hadita, animada por la iniciativa de Creatividad, sacó sus pinturas y comenzó a crear hermosos diseños. Poco a poco, la puerta se iluminó con nuevos colores y brilló como nunca antes.
Cuando la puerta fue completamente pintada, se abrieron de golpe, y por delante apareció un hermoso jardín lleno de flores y árboles frutales exóticos. No se escuchaba nada, excepto el suave murmullo del viento y el susurro de las hojas.
Creatividad guió a la hadita a través del jardín y, finalmente, llegaron a una colina donde se sentaron para admirar la belleza a su alrededor. La hadita no podía creer lo que estaba viendo, estaba verdaderamente fascinada.
Después de un rato, Creatividad le dijo a la hadita: «Si cierras los ojos, puedes escuchar todo lo que te rodea con más detalle». La hadita obedeció, y en su mente pudo escuchar el rugido de las olas del mar, el canto de los pájaros y el sonido de la brisa que pasaba a su lado.
La hadita estaba sorprendida por el poder que podía tener la imaginación. Ahora, tenía una nueva perspectiva y un mundo lleno de ideas y posibilidades infinitas.
Creatividad le dijo a la hadita que todas las grandes creaciones empiezan con pequeñas ideas, y que debía seguir explorando el mundo para encontrar inspiración. También le recordó que todos los artistas atraviesan momentos de bloqueo creativo, pero que siempre hay un nuevo camino que explorar.
Agradecida por todo lo que había aprendido, la hadita y Creatividad regresaron a la aldea de las hadas, donde la primera empezó a trabajar en un diseño totalmente nuevo. Mientras pintaba y dibujaba, se dio cuenta de algo: cada vez que imaginaba algo nuevo, aquel jardín secreto aparecía en su mente, y la recordaba a no tener miedo a explorar nuevos horizontes.
Finalmente, llegó el día del baile de hadas, y la hadita estaba emocionada de poder mostrar su última creación. Todos los presentes contemplaron con admiración el vestido, hecho de telas exóticas y adornado con hermosas pedrerías. Fue elegante, original y único. La hadita había triunfado.
Desde ese día, la hadita encontró un nuevo y valioso amigo en Creatividad. Juntas, encontraron nuevas maneras para superar los obstáculos que se presentan en el camino creativo, y al mismo tiempo disfrutaron de la magia y la belleza del mundo a su alrededor.
Y así, la imagen de aquel jardín secreto nunca más se olvidó. Cada vez que la hadita se encontraba en un momento difícil, cerraba los ojos y empezaba a escuchar los sonidos de la naturaleza, imaginándose en aquel mágico lugar lleno de posibilidades. Sabía que allí, en aquel hermoso rincón de su mente, podría encontrar las ideas y la inspiración para concluir todos sus grandes proyectos.