La Hada de la Danza. Érase una vez en un pequeño bosque encantado, que estaba lleno de hadas y criaturas mágicas. Aquel lugar estaba bajo el cuidado de la Hada de la Danza, una hermosa criatura con un vestido de brillantes tonos pastel y una corona de flores en la cabeza.
La Hada de la Danza amaba su trabajo con todo su ser, cada día pasaba entre las flores y los árboles, enseñando a pequeñas hadas a bailar y a los pájaros a cantar melodías mágicas. Pero en el corazón del bosque, había un árbol muy especial para ella, uno que guardaba un tesoro muy precioso.
Un día, mientras la Hada de la Danza paseaba por el bosque, notó que el aire estaba lleno de tristeza y preocupación. Las hojas caían del árbol mágico y no había flores en el suelo. Sabía que algo malo estaba pasando en el bosque, así que decidió investigar.
Mientras volaba, la Hada de la Danza encontró a un pequeño ratón con lágrimas en los ojos. Él también estaba preocupado por lo que estaba sucediendo en el bosque. Le contó el problema a la Hada: alguien había robado el tesoro del árbol mágico.
La Hada de la Danza no podía creer lo que oía. Sabía que ese árbol era un tesoro único, ya que tenía una caja de música encantada que sonaba cada vez que una criatura mágica bailaba a su alrededor. La caja de música mágica, que ella misma había concedido al árbol, era el tesoro más valioso del bosque.
La Hada de la Danza pensó en quién podría haber robado ese tesoro y la única criatura que se le vino a la mente fue el viejo gnomo gruñón. Él era conocido por ser un tipo de duende muy malhumorado y resentido, que no soportaba la felicidad de los demás. Si alguien había robado la caja de música mágica, seguro que era él.
La Hada de la Danza sabía que no podía permitir que el tesoro de su árbol mágico siguiera en las manos equivocadas. Así que, decidió ir a buscar al gnomo y recuperar el tesoro.
Cuando llegó a la casa del gnomo gruñón, no le fue muy difícil encontrar la caja de música mágica escondida entre sus pertenencias. La Hada de la Danza decidió que era hora de recuperarla, así que usó su magia para volver invisible y se infiltró en la casa del gnomo. La caja de música estaba en una habitación cerrada con una cerradura mágica.
La Hada de la Danza descubrió que la llave para abrir la cerradura estaba dentro de la casa, pero no sabía dónde. Entonces pensó en un plan. Hizo sonar su flauta mágica en la ventana del gnomo, y cuando éste abrió, la Hada lo distrajo con su encanto y su baile. Con el gnomo distraído, la Hada de la Danza aprovechó para buscar la llave y, finalmente, encontró la llave en uno de los cajones.
La Hada de la Danza tomó la llave y voló hacia el árbol mágico. Cuando llegó, la caja de música mágica ya había dejado de sonar. La tristeza había invadido el bosque pero, cuando la Hada de la Danza abrió la caja de música mágica, algo increíble sucedió. La música comenzó a sonar de nuevo, y las hojas e incluso las flores en el suelo comenzaron a bailar alrededor del árbol, películas de colores y paz invadieron de nuevo el bosque. La tristeza se había ido.
La Hada de la Danza comprendió entonces la importancia de su trabajo y del tesoro que el árbol mágico guardaba. El baile y la música mágica que emanaba el árbol eran necesarios para la felicidad de las criaturas mágicas que habitan en el bosque. La Hada de la Danza prometió ser más cautelosa en el futuro.
El bosque volvió a la vida y la caja de música mágica volvió a sonar en todos los rincones del bosque. Los pájaros comenzaron a cantar, las hadas volvieron a bailar y la naturaleza renovó sus colores. El bosque estaba lleno de alegría y optimismo de nuevo.
Desde entonces, la Hada de la Danza se aseguró de que el tesoro del árbol mágico fuera protegido y cuidado. Enseñó a las criaturas mágicas del bosque la importancia del baile y la música, y how to express their feelings through them. Ella hizo de su hogar un lugar seguro y lleno de amor.
El árbol mágico es ahora el centro del bosque, y todas las criaturas mágicas que lo rodean bailan y cantan a su alrededor. Y la Hada de la Danza, con su hermoso vestido y corona de flores, sigue siendo la protectora del bosque, ofreciendo su amor y garantizando la felicidad de cada uno de sus habitantes.