La Hada del Amor. Érase una vez en un reino encantado, donde vivía una hermosa hada llamada Amor. Ella tenía el poder de hacer que las personas se enamoraran entre sí, y ayudaba a aquellos que buscaban el amor verdadero.
Cierto día, Amor estaba volando en su tierra mágica cuando vio a un joven parado solo en un prado. Ella se acercó y habló con él. El joven se llamaba Tomás y estaba triste porque había perdido a su amada, Ana. Había intentado encontrarla por todo el reino, pero sin éxito.
Amor supo de inmediato que debía ayudar a Tomás a encontrar a Ana. Le dijo que se sentara debajo de un árbol mientras ella buscaba a la joven. Y así lo hizo.
La hada de amor voló por los cielos, buscando a la joven perdida. Finalmente, la encontró en un pueblo cercano. Ana se había mudado allí después de la muerte de su madre y había perdido todo contacto con Tomás.
Amor apareció ante Ana y le susurró en voz baja: «He venido a traerte el amor perdido de tu vida». Ana se emocionó al escuchar esto y le preguntó: «¿Cómo puedes ayudarme a encontrar a mi amado Tomás?»
«Ven conmigo», dijo Amor, y muy pronto llegaron al prado donde estaba sentado Tomás. Cuando el joven vio a Ana, se levantó de inmediato y corrió hacia ella. Los dos se abrazaron con lágrimas en los ojos, felices de haberse encontrado de nuevo.
Amor sonrió ante la escena que tenía ante sus ojos, sintiendo que su trabajo como hada del amor estaba hecho.
Sin embargo, la felicidad de Tomás y Ana no duró mucho tiempo. Una terrible maldición se extendió sobre el reino, haciendo que las personas se odiaran entre sí. Los hechizos y las maldiciones se lanzaron constantemente, convirtiendo las hermosas tierras en un lugar triste y oscuro.
Amor sabía que este mal debía ser detenido para que las personas pudieran encontrar la felicidad de nuevo. Pero incluso ella, como hada del amor, no era lo suficientemente poderosa para detener la maldición por sí sola.
Entonces, Amor convocó a los otros seres mágicos del reino en una reunión para encontrar una solución. La reunión se llevó a cabo en una pradera cercana, y allí se reunieron hadas, dragones, duendes y unicornios.
Todos ellos discutieron sobre cómo poner fin a la maldición, y fue entonces cuando un unicornio sabio y anciano habló. «Solo hay una cosa que puede vencer el mal: el amor puro y desinteresado. Si todos trabajamos juntos para inspirar este amor en el corazón de las personas, podremos vencer la maldición y restaurar la paz en nuestro reino «.
Todos los presentes estuvieron de acuerdo con esta idea, y comenzaron a trabajar juntos para inspirar el amor verdadero. Las hadas lanzaron hechizos de amor mientras que los dragones volaron por los cielos llevando correos de amor a las personas. Y los unicornios sanaron los corazones rotos, inspirando la verdadera felicidad y esperanza.
Poco a poco, el amor comenzó a devolver la luz al reino oscuro. Las personas comenzaron a sanar sus heridas, y la alegría y la felicidad regresaron a sus vidas. Amor sonreía con placer, sabiendo que su magia, junto con la de los demás seres mágicos, había salvado a su reino.
Y así, gracias al poder del amor puro y desinteresado, el reino prosperó de nuevo. Tomás y Ana se casaron y vivieron felices juntos, mientras el resto de las personas del reino seguían esforzándose por encontrar el amor verdadero. Amor, por su parte, siguió trabajando cada día como hada del amor, asegurándose de que todos en el reino conocieran la felicidad del amor y la magia.
