La Hada del Optimismo

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La Hada del Optimismo
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La Hada del Optimismo. Érase una vez en un bosque encantado, en un reino maravilloso, vivía la Hada del Optimismo. La Hada del Optimismo era una pequeña hada, con una varita mágica y una sonrisa siempre en su rostro. Su magia radicaba en esparcir el optimismo en cada rincón de aquel bosque. La Hada del Optimismo le concedía a cada criatura de aquel lugar, la habilidad de encontrar la felicidad y la alegría en cualquier situación. La Hada del Optimismo era muy querida por todos los seres mágicos del bosque.

Un día soleado como cualquier otro, los habitantes del bosque se despertaron y se dieron cuenta de que la Hada del Optimismo había desaparecido. Todos se preguntaban qué había pasado y entraron en pánico porque sin ella, el bosque ya no sería el mismo. Los seres mágicos del bosque se movilizaron rápidamente en su búsqueda, porque sabían lo importante que era la presencia del hada en sus vidas.

La búsqueda fue extensa, pero finalmente después de buscar en todos los rincones del bosque, encontraron a la Hada del Optimismo en el fondo de un río, desvanecida. Al principio no pudo explicar lo que le había pasado, pero después de un rato, contó su historia. Una malvada bruja la había hechizado y la había hecho caer en el río.

La bruja malvada había visitado el bosque con la intención de robar la felicidad de todos los seres mágicos, y lo había hecho hechizando a la Hada del Optimismo. La bruja malvada había expoliado de la Hada del Optimismo, toda la alegría y optimismo que la hacían maravillosa, la había dejado sin sonrisa y sin magia. Al escuchar lo acontecido, los seres mágicos del bosque se sintieron muy tristes, pero luego de un rato, decidieron hacer algo al respecto.

Los animales del bosque se unieron y crearon un plan para enfrentar a la bruja malvada y recuperar la felicidad del bosque y de su hada. Decidieron que debían enfrentar a la bruja en su propio castillo y recuperar la magia que le había robado a la Hada del Optimismo. Fue entonces que reunieron a todos los seres mágicos del bosque y pusieron en marcha su plan.

La hora señalada llegó rápidamente y todos se movilizaron en sus lugares. Los animales cercaron el castillo de la bruja mientras que los duendes y las hadas preparaban la entrada del castillo. Los magos crearon una poderosa barrera protectora para que la bruja no pudiera salir del castillo. Todo estaba preparado y el asalto comenzó.

Los animales comenzaron su ataque, mientras que los duendes y las hadas avanzaban por el interior, procurando excavar en la seguridad del castillo. La bruja malvada estaba preparada y atacó con toda su fuerza, lanzando hechizos y maldiciones a los invasores. En medio de la lucha, la bruja logró esconderse, pero eso no impidió que los seres mágicos pudieran cercarla nuevamente y en ese momento, los magos lanzaron el hechizo final.

El hechizo mágico liberó toda la alegría que la bruja había robado del bosque, y la magia del optimismo volvió a fluir, permitiendo que la Hada del Optimismo recuperara toda su magia y alegría. La bruja desapareció en una nube de humo, dejando un gran círculo de flores que creció en los alrededores del bosque.

Con el regreso de la Hada del Optimismo al bosque, todas las criaturas mágicas recuperaron su alegría, por todo el lugar se podía escuchar risas, cantos, sólo se respiraba felicidad y optimismo. La Hada del Optimismo se emocionó tanto, que hizo una pequeña fiesta con todos los seres mágicos del bosque, para festejar.

Fue una noche mágica y sorprendente, donde todos disfrutaron de la alegría del retorno de su hada amiga. La Hada del Optimismo aprovechó la oportunidad para agradecer a todos los seres mágicos del bosque, por su esfuerzo y dedicación en la recuperación de su poder.

A partir de ese día, el bosque brillaba con una nueva energía, una energía que irradiaba felicidad y esperanza, siempre impulsados por la Hada del Optimismo. Los seres mágicos compartieron gratamente todas las alegrías y pesares, siempre buscando una solución mágica a los problemas.

Desde entonces, los seres mágicos del bosque supieron que sin la Hada del Optimismo, el bosque no era el mismo, y por eso siempre la protegieron de todo peligro. La magia del optimismo se mantuvo, impregnando cada rincón del bosque y manteniendo siempre encendida la sonrisa de la Hada del Optimismo.

Así, el optimismo floreció en la magia del bosque, el bosque más brillante y esperanzador que jamás se haya visto.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La Hada del Optimismo
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