La isla del diablo

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La isla del diablo
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La isla del diablo. Érase una vez en la isla del diablo, un lugar inhóspito y aterrador lleno de magia y misterios, donde los cuentos de fantasía se volvían realidad. La isla del diablo estaba situada en medio del océano Pacífico y se decía que había sido creada por el mismísimo diablo.

Había una leyenda que decía que la isla del diablo fue creada con una piedra mágica que estaba imbuida con poderes sobrenaturales. La leyenda cuenta que el creador de esta piedra fue un mago muy poderoso que trabajaba para el diablo y que después de mucho tiempo, se dio cuenta de que la piedra estaba siendo usada para hacer el mal.

Por eso, decidió que la piedra tenía que ser destruida para evitar que cayera en las manos equivocadas. Pero el diablo se enteró de sus planes y antes de que pudiera destruir la piedra, la robó y la llevó a la isla del diablo.

Desde entonces, la isla del diablo ha sido un lugar maldito y lleno de peligros. Nadie sabe lo que se puede encontrar en la isla del diablo y aquellos que se atreven a pisarla corren el peligro de enfrentarse a los mismos demonios del infierno.

Una mañana, un barco llegó al puerto cercano a la isla del diablo. A bordo se encontraba un joven aventurero llamado Juan que había oído hablar de la leyenda de la piedra mágica y estaba fascinado por la idea de encontrarla. Juan no sabía que estaba jugando con fuego y que su vida estaba en peligro, pero estaba decidido a descubrir todos los secretos y tesoros que la isla del diablo escondía.

Juan estaba armado con una espada, un arco y muchas flechas, y una gran determinación, pero se equivocó al pensar que serían su protección en la isla del diablo. Mientras caminaba por la isla, experimentó una sensación extraña, como si alguien o algo lo estuviera vigilando.

Después de caminar por el bosque durante un par de horas, Juan encontró una cueva en la que decidió pasar la noche. Se preparó una hoguera y se preparó para dormir. Pero no sabía lo que se avecinaba.

Mientras dormía, Juan sintió que algo lo tocaba. Abrió los ojos y vio un espectro, una figura transparente de alguien que había sido asesinado en la isla del diablo hacía décadas. El espectro estaba cubierto de sangre y apuntaba hacia el sur. Juan entendió que el espectro quería llevarlo a algún lugar, y aunque estaba asustado, decidió seguirlo.

Caminaron durante horas hasta que llegaron a una colina. Allí, el espectro desapareció y dejó a Juan solo, con una vista impresionante de todo el territorio de la isla.

Juan se dio cuenta de que estaba perdido y que no tenía la menor idea de cómo salir de allí. La isla del diablo había tomado el control de su mente y su alma y lo estaba llevando directo a la locura.

No pasó mucho tiempo antes de que Juan se diera cuenta de que la isla del diablo no lo dejaría salir a menos que encontrara la piedra mágica y la destruyera. De lo contrario, su alma permanecería atrapada en la isla del diablo para siempre.

Juan se convirtió en un hombre obsesionado y pasó semanas buscando la piedra mágica. Se adentró en misteriosos y peligrosos bosques, escaló montañas imposibles y luchó contra todo tipo de criaturas demoníacas.

Finalmente, encontró la piedra mágica, pero se enfrentó a un desafío final. Cuando intentó destruirla, descubrió que no era tan fácil. La piedra mágica era tan fuerte que nada podía destruirla, y Juan se dio cuenta de que tendría que hacer un sacrificio para liberarse de su maldición.

Juan decidió arrojar la piedra mágica al océano Pacífico y después, tomó un paso hacia el vacío, cayendo en el mar.

El sacrificio de Juan hizo que la piedra mágica se rompiera y las fuerzas del mal que encerraba la isla del diablo se desvanecieron. La isla se volvió más amable y acogedora, y los aventureros dejaron de temerla.

Hoy en día, los habitantes de los alrededores de la isla del diablo saben que hay un poder supremo en el universo que puede romper cualquier maldición, incluso la que se encuentra en la isla del diablo. Y aunque se la siga denominando como La Isla del diablo, ya no tiene la garra y la maldad que antes la caracterizaban.

Sin embargo, algunos aventureros dicen que todavía se siente algo extraño en la isla del diablo, que escuchan voces y sombras en la noche, y que la leyenda de la isla del diablo sigue viva. Solo es cuestión de tiempo para averiguar si esto es cierto o no.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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