La Leoncita y el Concurso de Talentos

Tiempo de lectura: 4 minutos

La Leoncita y el Concurso de Talentos
¿PREFIERES UN AUDIOCUENTO?

Si prefieres, puedes escuchar el cuento mientras haces otras tareas

La Leoncita y el Concurso de Talentos. Érase una vez una pequeña leoncita llamada Lara que vivía en la selva con su familia. Lara era muy inquieta y siempre estaba dispuesta a aprender cosas nuevas. Un día, mientras jugaba en el río con sus amigos, se enteró de que se iba a celebrar un concurso de talentos en la selva.

Lara estaba emocionada con la idea de demostrar sus habilidades, y corrió a casa para contárselo a sus padres. Ellos la animaron a participar y le dijeron que estaban seguros de que lo haría muy bien.

Lara se dedicó cada día a practicar diferentes talentos. Probó a cantar, pero desafinaba un poco. Luego, intentó bailar, pero se pisaba los pies. Finalmente, decidió que su talento era la poesía, y comenzó a escribir.

Pasó una semana entera escribiendo y practicando su poema. Cuando llegó el día del concurso, se levantó temprano y se preparó con mucha emoción. Iba vestida con su falda de hojas y su collar de frutas, que le quedaba muy bien.

Cuando llegó al lugar del concurso, se dio cuenta de que había muchísima gente. Había animales de todas las formas y tamaños, desde los más pequeños hasta los más grandes.

Lara se acercó al escenario, donde se encontraban los jueces, y se puso en la fila junto a los demás concursantes. Los primeros en actuar fueron los pájaros, que cantaban una hermosa melodía. Luego, vinieron los monos, que hacían acrobacias en las ramas de los árboles.

Llegó el turno de Lara, y subió al escenario con su poema en la mano. Comenzó a recitarlo con pasión:

“La naturaleza es bella
y sus colores son brillantes,
los ríos son cristalinos
y los bosques son fragantes.

Los animales son amigos
y se cuidan con ternura,
buscando siempre la paz
y la mutua comprensión”.

Lara decidió terminar con un fuerte rugido de león, que sorprendió a los jueces y a todo el público.

Cuando terminó, el escenario se llenó de aplausos. Los jueces se reunieron para deliberar, y después anunciaron los resultados.

El pájaro ganó el primer lugar, pero Lara no estaba triste en absoluto, ya que sabía que lo había hecho lo mejor que pudo. Estaba muy contenta y orgullosa de su poema.

De repente, se escuchó un fuerte ruido en la selva. Todos se asustaron y se preguntaron qué estaba pasando. Lara, que era muy valiente, decidió investigar. Corrió hacia el lugar de donde provenía el ruido y se encontró con un pequeño elefante que estaba atrapado en un hoyo.

Lara no dudó ni un momento y se puso a trabajar con sus amigos para ayudar al elefante a salir del hoyo. Con mucho esfuerzo, lograron sacarlo y llevarlo de vuelta a su manada.

Cuando regresó al lugar del concurso, ya había pasado todo. Pero, para su sorpresa, los jueces del concurso se acercaron a ella y le dijeron que, aunque no había ganado el primer lugar, su poema había tocado los corazones de todos los presentes y que, para ellos, era la verdadera ganadora.

Lara estaba tan conmovida por las palabras de los jueces que se puso a llorar. Pero eran lágrimas de felicidad y emoción. Todos los animales la felicitaron y le dijeron lo valiente y dedicada que era.

Desde ese día, Lara se convirtió en la favorita de la selva y se ganó el respeto y la admiración de todos los animales. Su poema fue muy famoso y la gente lo recordaba siempre que querían hablar de la belleza de la selva.

Y así, la pequeña leoncita aprendió que lo importante no era ganar, sino seguir siempre adelante y hacer lo que realmente le gustaba. Con su coraje y su talento, Lara se convirtió en un ejemplo para todos los animales de la selva.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La Leoncita y el Concurso de Talentos
¿Te ha gustado «La Leoncita y el Concurso de Talentos»?
¡Compártelo con tus amigos!
Facebook
Twitter
Pinterest
WhatsApp
Email
Imprimir