La Navidad en el bosque encantado

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La Navidad en el bosque encantado
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La Navidad en el bosque encantado. Érase una vez, en un bosque encantado, una pequeña aldea de animales que se preparaba para celebrar la Navidad. Los animalitos más pequeños recogían ramitas y hojas secas para construir un gran árbol de Navidad, mientras que los más grandes iban de casa en casa, cantando villancicos.

Todo parecía listo para la gran noche, pero en el bosque encantado las cosas nunca eran tan simples como parecían. Resulta que el Hada de la Navidad, que siempre ayudaba a los animales a prepararse para la celebración, había caído enferma y no podía cumplir con sus tareas.

Los habitantes de la aldea animal estaban muy preocupados. La Navidad no podía pasar sin la ayuda del Hada. Así que, los animales más valientes se ofrecieron a buscar alguna solución.

El primero en partir fue el zorro. Corrió por el bosque, buscando alguna planta medicinal que pudiera ayudar al Hada de la Navidad. Después de un largo rato de búsqueda, encontró una vieja brujita que vivía en una cueva en lo profundo del bosque.

—¿Qué sucede, joven zorro? —preguntó la brujita—.

—El Hada de la Navidad está enferma. Necesitamos su ayuda para que los animales puedan celebrar la Navidad —contestó el zorro—.

La brujita sonrió con malicia.

—Hay una solución para todo… pero no puedo ayudarte gratis. Necesito que me traigas un saco de nueces del otro lado del bosque —le dijo a cambio de su ayuda—.

El zorro, emocionado, corrió hacia el otro lado del bosque a buscar las nueces. El plan de la bruja era transformar al zorro en su esclavo, pero el astuto zorro logró escapar justo a tiempo para llevar las nueces a la brujita.

La vieja le entregó una poción para el Hada de la Navidad y el zorro corrió de regreso a la aldea con la esperanza de curar a su amiga.

Al llegar a la aldea, el zorro rápidamente entregó la poción al Hada de la Navidad, que se sintió aliviada al instante. Los otros animales se reunieron alrededor de ella, felices de verla recuperada.

Pero alguien notó que algo estaba mal con la poción que había dado la bruja. Los colores que antes eran alegres y brillantes se habían vuelto oscuros, grisáceos, tenebrosos. Así que, un pájaro muy inteligente decidió investigar y descubrió que la bruja había utilizado una planta venenosa para curar al Hada.

El pájaro, que no quería que la Navidad se arruinara, decidió llevar a cabo una misión de rescate. Llevó consigo a un murciélago y juntos volaron en busca de la planta antidoto que pudiera curar a la Hada.

Después de mucho buscar, encontraron la planta y regresaron a la aldea justo a tiempo para curar al Hada de la Navidad y salvar la Navidad en el bosque encantado.

Así, los animales celebraron la Navidad con alegría y juntos agradecieron al pájaro y al murciélago por su valentía y su amistad. Los villancicos sonaron por toda la aldea, y después de la cena navideña, los animales se reunieron para bailar y compartir historias en torno al fuego.

La Navidad había vuelto al bosque encantado, y los animales se dieron cuenta de que, aunque a veces las cosas parezcan difíciles, siempre hay una manera de encontrar la alegría y la felicidad en las cosas más simples.

Desde aquel día, el Hada de la Navidad y los animales se volvieron aún más cercanos, dejando de lado cualquier diferencia que pudieran tener. Cada año, durante la Navidad, los animales, grandes y chicos, se reunían en torno al árbol de Navidad para disfrutar de un mágico espectáculo mientras cantaban villancicos rodeando el árbol.

Y así, la Navidad en el bosque encantado se convirtió en uno de los eventos más esperados del año, y los animales se sintieron agradecidos por tener a su lado a amigos tan valientes y fieles.

Fin.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La Navidad en el bosque encantado
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