La Perrita del Valle de las Flores. Érase una vez en el Valle de las Flores, una perrita llamada Rosalinda. Rosalinda era muy diferente a las demás perritas del valle, ya que ella tenía un pelaje plateado brillante en lugar del típico pelaje marrón, negro o blanco. Debido a esto, Rosalinda siempre se sintió fuera de lugar y no muy querida por los demás animales del valle.
Un día, mientras caminaba por el bosque, Rosalinda encontró una hermosa flor de loto. La flor era de un color rosa intenso y brillaba bajo el sol. Rosalinda tomó la flor y decidió llevarla al prado donde solía jugar con sus amigos.
Cuando llegó al prado, sus amigos se burlaron de ella y dijeron que la flor era fea y que no quedaba con su pelaje plateado. Rosalinda se sintió muy triste, así que decidió llevar la flor a su lugar favorito, un pequeño arroyo, donde solía sentarse y pensar.
Mientras estaba allí, una mariposa se acercó a ella y le preguntó por qué estaba tan triste. Rosalinda le explicó lo que había sucedido y la mariposa le dijo «No te preocupes por lo que piensen los demás, Rosalinda. Lo que importa es lo que tú sientas en tu corazón. Si la flor te hace feliz, entonces es la flor más hermosa del mundo».
Rosalinda se sintió mejor después de hablar con la mariposa y decidió llevar la flor de loto a casa. Al día siguiente, cuando volvió a encontrarse con sus amigos en el prado, ellos notaron la flor que Rosalinda llevaba en su collar y se sorprendieron al ver lo hermosa que era.
A partir de ese momento, Rosalinda se sintió más segura de sí misma y aprendió que lo que importa es ser fiel a uno mismo y no preocuparse por lo que piensen los demás. Además, sus amigos aprendieron una valiosa lección al ver lo feliz que había hecho la flor a Rosalinda y se dieron cuenta de que la auténtica belleza proviene del interior.
Desde entonces, Rosalinda siguió visitando el arroyo cada vez que necesitaba un momento para reflexionar. Y la mariposa siempre estuvo allí para darle algún consejo y hacerla sentir mejor.
Así que recuerda, querido lector, que no importa cuán diferente o único puedas ser, siempre habrá algo hermoso y valioso en ti. Lo esencial es ser fiel a uno mismo y encontrar la felicidad en las cosas que nos hacen sentir bien por dentro, ¡como una hermosa flor de loto brillante en la cálida luz del sol!
