La Perrita Viajera del Tiempo. Érase una vez una perrita llamada Lila que era muy distinta a todas las demás. Ella no sólo era una gran aventurera, sino que también tenía un especial talento: podía viajar en el tiempo. Gracias a este maravilloso don, Lila había visto cosas que nadie más había visto y había visitado lugares que nadie más había visitado.
Pero, a pesar de todo esto, Lila seguía siendo una perrita feliz y sencilla que disfrutaba mucho de correr por el parque y jugar con sus amigos peludos. Un día, mientras estaba paseando, Lila vio a un grupo de niños y niñas que parecían muy tristes.
– ¿Qué les pasa? –les preguntó Lila con su voz dulce.
– Es que no sabemos qué hacer –le respondió uno de los niños. –No tenemos nada que hacer durante las vacaciones de verano.
Lila miró a los niños con ternura y decidió hacer algo para ayudarles. Así que cerró los ojos, concentró su mente y de repente… ¡Zas! ¡Se encontraba viajando en el tiempo!
Lila aterrizó en un lugar muy hermoso: un prado verde, lleno de flores y arboles frondosos. Después de dar unas vueltas, Lila vio a un grupo de animales muy sabios en una gran cueva. Se acercó a ellos para pedirles ayuda.
– Hola, amiguitos –dijo Lila- soy Lila, la perrita viajera del tiempo, ¿podrían ayudarme? Quiero que los niños y niñas del mundo entero encuentren cosas divertidas que hacer durante sus vacaciones de verano, ¿qué pueden recomendarme?
El más sabio de los animales alzó la cabeza y le dijo:
– Querida Lila, lo más importante no es el lugar donde se encuentran los niños y niñas, sino la forma en que ellos ven el mundo. Si cambiamos la forma en que los niños ven el mundo, los niños pueden cambiar el mundo.
Lila no entendió muy bien lo que quería decir el sabio animal, pero lo agradeció con una sonrisa. Entonces, siguió camino.
De repente, se encontraba en una época muy antigua, donde la gente vivía de forma muy diferente que en la actualidad. Se acercó a un grupo de niños que trabajaban muy duro en una huerta, a quienes les preguntó si conocían alguna actividad que pudiera ser divertida de hacer.
Los niños la miraron con extrañeza, no sabían qué contestar, pero después de pensarlo un poco, uno de ellos dijo:
– Nosotros todas las tardes nos reunimos para contar historias alrededor de un fuego, eso nos divierte mucho.
Lila agradeció la respuesta y siguió su camino, ya que estaba segura de que había muchos lugares por visitar.
Así, llegó a una época donde vivían muchos los animales. Se acercó a un grupo de pájaros y les preguntó si conocían alguna actividad divertida.
Los pájaros la miraron con desconfianza al principio, pero al ver que Lila era amigable y bondadosa, les explicó su problema de los niños y niñas. Entonces, un pájaro muy viejo les dijo:
– Querida Lila, imagina que eres un pájaro volando muy alto en el cielo, visualiza la alegría de volar y ve hacia adónde te lleva el viento.
Lila se sorprendió y le dijo:
– ¿Cómo así?
– Querida Lila, el mundo es un lugar mágico, y la magia está en la imaginación. Si la imaginación es el poder de crear, la realidad es el poder de sentir.
Lila agradeció al pájaro viejo y siguió su camino. Después de pasar por muchos lugares mágicos y ver muchas cosas bellas, Lila estaba muy cansada, pero más que eso, estaba muy contenta de haber encontrado la ayuda para los niños y niñas.
De repente, abrió los ojos y vio a los niños y niñas que habían hablado con ella. Se acercó a ellos y les contó todas las actividades divertidas que había encontrado en sus viajes. Los niños y niñas se emocionaron muchísimo, y se quedaron muy agradecidos.
Después de hacer esto, Lila decidió que no había nada mejor que explorar y descubrir todo lo que el mundo podía ofrecer. Y, así, se dedicó a viajar toda su vida con la misión de encontrar actividades divertidas y mágicas para todos los niños y niñas del mundo.
Desde entonces, Lila se volvió la perrita más feliz y aventurera de todo el mundo, y siempre sigue buscando nuevas aventuras y nuevas actividades para compartir con todos. Y así, los niños y niñas del mundo entero aprendieron a encontrar la magia en todo lo que los rodea, y vivieron felices por siempre jamás.
