La princesa y el reino de la fantasía

Tiempo de lectura: 4 minutos

La princesa y el reino de la fantasía
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La princesa y el reino de la fantasía. Érase una vez una princesa llamada Sofía, quien vivía en un hermoso castillo rodeado de jardines y fuentes de agua cristalina. La princesa era conocida por todos en el reino por su belleza y dulzura, pero también por su gran imaginación y amor por los cuentos de hadas.

Un día, mientras Sofía se paseaba por los jardines, encontró un extraño libro en una de las rosaledas. El libro no tenía título ni autor, pero al abrirlo, la princesa se dio cuenta de que se trataba de un portal al reino de la fantasía.

Curiosa, Sofía decidió adentrarse en el libro y en cuestión de segundos, se encontró en un lugar mágico que nunca había visto antes. Todo a su alrededor era verde y lleno de plantas y flores, y en el cielo podían verse unicornios y dragones volando libremente.

La princesa se sentía fascinada, y rápidamente comenzó a explorar el reino. Caminaba entre árboles gigantes y cascadas de agua cristalina, cuando se topó con un pequeño hada.

-¡Hola, princesa Sofía! –dijo el hada con una sonrisa.– Bienvenida al reino de la fantasía. ¿En qué puedo ayudarte?

Sofía le contó al hada que quería explorar más el reino, y pronto el hada se convirtió en su guía.

Caminaban juntas, y a lo lejos, Sofía vio un hermoso castillo. Quiso acercarse, pero el hada la detuvo y le convidó a seguir caminando.

-¿No quieres ver algo más emocionante, princesa?

Sofía aceptó, y así comenzó una aventura que nunca olvidaría.

Cruzaron cuevas y ríos, subieron a torres altísimas y resolvieron acertijos mágicos. Hasta que llegaron a un lago bellísimo, lleno de cisnes y flores de loto.

-Ya vamos a llegar a nuestro destino, princesa -dijo el hada.

Sofía no podía imaginar nada más impresionante que lo que ya había visto, pero aun así siguió el camino que su guía le indicaba.

Y cuando llegaron al final, se encontraron con un hermoso jardín lleno de colores y sonidos.

-¿Qué es esto, hada? -preguntó Sofía.

-Esto, princesa Sofía, es el jardín de las ilusiones. Cada flor aquí esconde un secreto o una sorpresa única.

-¡Qué emocionante! –dijo la princesa, moviendo sus manos con alegría.

Y así, comenzaron a caminar por el jardín, y sorpresa tras sorpresa, Sofía descubrió que cada flor era una puerta a un nuevo mundo.

A través de una rosa gigante, se encontró con hadas y duendes bailando.

A través de un crisantemo, entró a un mundo de caramelos y chicles de todos los sabores.

A través de una margarita mágica, salió de un acuario con peces cantarines.

Sofía se divertía y se maravillaba con cada nueva sorpresa. Estaba a punto de entrar a una flor gigante morada, cuando escuchó un ruido extraño a lo lejos.

Era un gruñido que venía directamente de una boca gigante de un ogro de dientes puntiagudos. Al ver a Sofía, el ogro se rió con malicia.

-¡Mira lo que hemos encontrado! Una princesa que se cree muy valiente.

Pero la princesa no se asustó. Como tenía una gran imaginación, decidió que el ogro era solo una empresa.

-¡No eres ogro! -dijo Sofía al ogro, y al decir esto, el ogro empezó a hacer como una rara reverencia que hizo reír a la princesa.

-¡Jajaja! Eres muy chistoso -dijo Sofía, y el ogro se alejó, algo confundido con lo que acababa de suceder.

Sofía siguió explorando el jardín de las ilusiones, sonriéndole a cada nueva sorpresa que encontraba.

Cuando fue a irse del jardín, le agradeció al hada por todo lo que había visto y por las aventuras que había vivido.

Al salir del jardín, se encontró de nuevo en el castillo de su reino, rodeada de amigos y seres queridos.

La princesa Sofía sabía que había vivido una de las aventuras más fascinantes que cualquier persona podría experimentar. Pero también sabía que compartir su historia con los demás sería una aventura mucho más interesante. Así que decidió enseñarles a todos en su reino que la imaginación es el mejor remedio para cualquier problema.

Y así la princesa Sofía vivió feliz, compartiendo sus aventuras mágicas y llenando el mundo de sueños y fantasía.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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