La rana y el sapo

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La rana y el sapo
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La rana y el sapo. Érase una vez una rana y un sapo que vivían cerca del río. La rana era grande y verde, mientras que el sapo era más pequeño y marrón.

Un día, la rana estaba sentada en una hoja de lirio en medio del río. De repente, oyó un ruido y vio al sapo saltar a una roca que estaba cerca. Pero, cuando saltó, resbaló y cayó al agua.

La rana se preocupó mucho por el sapo, así que saltó al agua y lo ayudó a llegar a la orilla. El sapo estaba muy agradecido y le preguntó a la rana si quería ser su amiga.

La rana aceptó y se hicieron amigos enseguida. Pasaban mucho tiempo juntos, hablando de todo lo que ocurría en el río y en la pradera.

Un día, mientras paseaban cerca del río, se encontraron con una abeja que no podía volar y estaba muy triste. La rana y el sapo se acercaron a ella y le preguntaron qué le pasaba.

La abeja explicó que había perdido a su colmena y que no sabía cómo encontrarla. La rana y el sapo se preocuparon por la abeja, y se ofrecieron a ayudarla.

Juntos, buscaron por toda la pradera y finalmente encontraron la colmena. La abeja estaba muy contenta y les agradeció su ayuda. Desde entonces, la abeja se convirtió en amiga de la rana y el sapo.

Un día, mientras los tres amigos caminaban por el río, vieron a un pez atrapado en una red. La rana y el sapo se preocuparon por el pez atrapado y le preguntaron si necesitaba ayuda.

El pez explicó que había sido capturado por un pescador que quería venderlo en el mercado. La rana, el sapo y la abeja decidieron que tenían que ayudar al pez a escapar.

Juntos, trabajaron para cortar la red y liberar al pez. Una vez que el pez estaba libre, agradeció a la rana, el sapo y la abeja por haberlo salvado.

Desde ese día, la rana, el sapo, la abeja y el pez se convirtieron en grandes amigos. Se divertían juntos y se apoyaban los unos a los otros en los buenos y los malos momentos.

Pero un día, la rana se encontró en una situación difícil. Estaba atrapada en el barro y no podía salir por sí misma. El sapo se preocupó mucho por la rana y decidió que tenía que ayudarla.

El sapo trató de sacar a la rana del barro, pero estaba muy difícil. Entonces, llegó la abeja y se unió en el esfuerzo para rescatar a la rana.

Finalmente, entre los tres amigos, lograron liberar a la rana del barro. La rana estaba muy agradecida y le preguntó al sapo y a la abeja por qué habían decidido ayudarla.

El sapo y la abeja explicaron que se preocupaban por la rana y querían estar allí cuando ella necesitara ayuda. Le dijeron a la rana que todos debemos ayudarnos mutuamente y que siempre podemos contar con nuestros amigos.

La rana se dio cuenta entonces de que el sapo y la abeja eran verdaderos amigos que siempre estarían a su lado, y prometió hacer lo mismo por ellos.

A partir de entonces, la rana aprendió que la empatía y la amistad son muy importantes. Aprendió que ayudar a los demás es una forma de demostrar que nos importan. Y que siempre podemos estar ahí para nuestros amigos, que ellos estarán ahí para nosotros también.

La rana, el sapo, la abeja y el pez se convirtieron en grandes amigos para siempre, y siempre se ayudarían mutuamente. Prometieron nunca olvidar la importancia de la empatía y la amistad, y seguir siendo amigos por siempre.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La rana y el sapo
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