La Sirena de la Playa de los Arcoíris. Érase una vez, en un lugar maravilloso en la playa llamada Los Arcoíris, vivía una hermosa sirena llamada Marina. Ella era muy especial, ya que tenía el poder de cambiar de color su larga y brillante cola en tonos de arcoíris mientras nadaba en las cristalinas aguas del mar.
Marina era muy amigable con todas las criaturas del mar, desde las más pequeñas hasta las más grandes. Tenía la habilidad de comunicarse con ellas y siempre estaba dispuesta a ayudarles.
Un día, Marina estaba ayudando a una tortuga a escapar de una red de pesca cuando se encontró con un grupo de niños y niñas jugando en la playa. Admirados por su belleza y fascinados por su capacidad para cambiar de color, le preguntaron si podían jugar con ella.
Aunque Marina no era un ser humano, amaba a los niños y niñas y estaba feliz de enseñarles más acerca del mar y sus criaturas. Los llevó a través de cuevas y corrientes submarinas, mostrándoles diferentes tipos de peces y plantas marinas.
Los niños y niñas estaban encantados con todo lo que Marina les mostraba y aprendieron mucho sobre el mar. A medida que pasaban los días, se convirtió en una tradición para ellos visitarla en la playa y aprender siempre algo nuevo sobre el mundo submarino.
Un día, después de una de las lecciones de Marina, un grupo de tiburones empezó a acercarse a la playa. Los niños y niñas estaban asustados y Marina sabía que necesitaba hacer algo para protegerlos.
Haciendo uso de su habilidad especial, Marina llamó a todos los delfines del área cercana. Los delfines eran muy hábiles en molestar a los tiburones y mantenerlos alejados de la playa. Mientras tanto, Marina llevó a los niños y niñas a un lugar seguro.
Después de esa experiencia, los niños y niñas se dieron cuenta de cuán valiente era Marina y apreciaron aún más su amistad. Prometieron visitarla más a menudo en la playa y compartir sus aventuras a lo largo de los años.
Marina se sintió tan agradecida con los niños y niñas que decidió hacer algo especial para ellos. Hizo un hermoso arcoíris en la playa con conchas y arena y les dijo que siempre estaría allí brillando para ellos en los días soleados y lluviosos.
Y, como si la naturaleza estuviera de acuerdo, de repente el cielo se llenó de colores brillantes, creando un impresionante arcoíris en el horizonte. Los niños y niñas y Marina sabían que era una señal de que su amistad era especial y duradera.
A partir de ese momento, se convirtió en una tradición para Marina cantar una hermosa canción para los niños y niñas mientras el sol se ponía en el horizonte. La melodía era tan dulce que hacía que su cola brillara en tonos de arcoíris, dejando a los niños y niñas con un recuerdo inolvidable de su amistad con la hermosa sirena de la playa de Los Arcoíris.
