La Sirena del Arrecife de Coral de la Luz

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La Sirena del Arrecife de Coral de la Luz
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La Sirena del Arrecife de Coral de la Luz. Érase una vez, en un arrecife de coral, en lo profundo del mar, vivía una hermosa sirena llamada Coral de la Luz. Ella siempre estaba rodeada de amigos acuáticos que la amaban. Los peces de todos los colores y tamaños, las estrellas de mar resplandecientes, los pulpos brillantes y las tortugas marinas gigantes eran algunos de sus amigos más cercanos.

Coral de la Luz era conocida por su brillantez y su gran corazón. Ella siempre ayudaba a los demás y era muy popular en el arrecife de coral. Pero también tenía un gran sueño, un sueño que no podía compartir con sus amigos.

Cada noche, cuando se iba a dormir, se acostaba en un refugio cerca del arrecife de coral y miraba hacia el cielo. Ella deseaba con fuerza poder ver el mundo fuera del agua. Soñaba con caminar en la playa, sentir la arena bajo sus pies y mirar el sol ponerse en el horizonte. Pero sabía que era imposible, ella era una sirena y no podía vivir fuera del agua.

Un día, mientras exploraba un nuevo corredor en el arrecife, alguien la llamó. Coral de la Luz se movió hacia un área oculta del arrecife de coral que nunca había visto antes. Allí, encontró a una ballena anciana que dijo que era la guardiana del océano. La ballena sabía del gran deseo de Coral de la Luz y le dijo que, aunque no podían hacerla humana, podían concederle un deseo.

Coral de la Luz no podía creer lo que escuchó. Ella sabía exactamente lo que quería. Quería explorar el mundo exterior al menos una vez. Pero sabía que no podía hacerlo sola. Así que pidió que todos sus amigos acuáticos pudieran acompañarla.

La ballena les dio a Coral de la Luz y sus amigos un talismán que la llevaría a la superficie del agua durante un día. Pero había un problema. Coral de la Luz y sus amigos no podían volar o caminar en la playa, por lo que la ballena les sugirió que se mantuvieran ocultos y que pudieran ver el mundo desde el agua. Coral de la Luz y sus amigos estuvieron de acuerdo.

Y así, al día siguiente temprano, la ballena mantuvo su promesa y los envió a la superficie del agua. Coral de la Luz y sus amigos se acercaron con cautela a la superficie y miraron el mundo exterior. Podían ver las gaviotas volando arriba y los barcos navegar. El sol estaba brillando y las olas se movían suavemente.

Después de un rato, Coral de la Luz y sus amigos nadaron más cerca de la costa. Estaban asombrados por toda la vida que había en la playa, algunos niños jugando en la arena y otros aprendiendo a surfear en las olas.

Coral de la Luz se sorprendió cuando un niño la vio y ella rápidamente se escondió bajo el agua. Pero el niño no parecía asustado, parecía realmente feliz de haber visto a una sirena. Corrió hacia la orilla para gritar a sus padres y amigos acerca de lo que había visto.

Coral de la Luz y sus amigos continuaron explorando la costa y vieron la puesta de sol más hermosa que habían visto en sus vidas. La bola de fuego se hundió lentamente en el horizonte y la costa se sumió en la oscuridad.

Finalmente, llegó la hora de regresar al arrecife de coral. Coral de la Luz y sus amigos se despidieron del mundo exterior y se quedaron dormidos en el refugio.

Al día siguiente, Coral de la Luz y sus amigos se despertaron y sabían que nunca olvidarían la aventura que habían tenido. Se sintieron agradecidos por la oportunidad de ver el mundo exterior y estaban felices de haber compartido la experiencia con sus amigos acuáticos.

Desde entonces, Coral de la Luz entendió que no necesitaba ser humana para experimentar la belleza del mundo exterior y que el arrecife de coral era el hogar que había estado buscando. A partir de ese día, Coral de la Luz encabezó la protección del arrecife de coral y educó a todos sus amigos acuáticos sobre la importancia de mantener limpio el océano y el arrecife. Sabía que, al hacerlo, estaría protegiendo el hogar de todos aquellos que vivían allí.

Coral de la Luz y sus amigos eran más felices que nunca, sabiendo que tenían una magia especial. Y aunque no podían salir del agua de manera permanente, podían ver mucho más del mundo exterior de lo que habían pensado posible. Y con esa magia, se convirtieron en los protectores más apasionados del arrecife de coral.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La Sirena del Arrecife de Coral de la Luz
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