Las ositas y la feria del campo

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Las ositas y la feria del campo
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Las ositas y la feria del campo. Érase una vez en un hermoso bosque de pinos, vivían dos ositas adorables llamadas Lila y Aurora. Siempre trabajaban duro para conseguir alimentos y construir su hogar en el que se sentían cómodas y seguras. Un día, mientras caminaban por el bosque en busca de bayas para comer, escucharon un emocionante rumor sobre una feria que se llevaría a cabo en la aldea cercana.

Lila y Aurora, nunca habían estado en la aldea antes, pero habían escuchado hablar de las ferias en la escuela de osos y habían soñado con ir a una. Esta era su oportunidad perfecta, sin embargo, estos dos oseznos valientes sabían que no podían ir solos a la feria. Así que, temprano en la mañana del día de la feria, invitaron a sus primos, osos Tommy y Terry, para que los acompañaran.

Los cuatro osos querían impresionar a todos los demás con su vestimenta, entonces, se despertaron temprano para prepararse. Lila se puso su bonita falda de flores azules y llevaba una pequeña corona de margaritas en la cabeza. Aurora eligió su colorido peto amarillo y verde y dio toques finales a su look con sus gafas de sol de juguete. Tommy y Terry se vieron muy elegantes en sus sombreros de fiesta, corbatas y pantalones nuevos.

Finalmente, llegaron a la aldea y se quedaron asombrados ante la cantidad de gente que había, no había la posibilidad de caminar sin tener que zigzaguear entre la multitud. No podían creer lo grande y emocionante que era la feria, que incluía juegos, puestos de comida, animales y espectáculos en vivo.

Pero lo que Lila y Aurora encontraron más interesante fue el stand de la feria llamado «Feria del Campo», donde los agricultores de los alrededores vendían sus verduras de temporada. Los ositos se maravillaron ante la cantidad de colores y olores que había de cada verdura y tomaban cada una en sus manos para examinarla, aunque todas eran una verdura no podían evitar admirar el increíble esfuerzo que cada persona había dedicado a producirlas, recolectarlas y mantenerlas frescas.

Los dos primos, Tommy y Terry, no estaban tan interesados en las verduras como lo estaban en los juegos. Fueron astronautas virtuales en un simulador y lanzaron pelotas a las botas, haciendo pasar los trucos más sorprendentes. Entonces, como una de las atracciones, vieron a un gran oso grizzly haciendo acrobacias y parándose en dos patas, y aunque estaban impresionados, estaban contentos de ser ositos, tan lindos y pequeños.

Después de disfrutar todos los juegos y las deliciosas comidas que habían probado, Lila y Aurora compraron algunos productos de la feria del campo, como zanahorias francesas, cebollas rojas y una docena de las más grandes papas que habían visto hasta ahora. También compraron una pila de manzanas, listas para ser cocinadas en un pastel de manzana casero y tan pronto como llegaron a casa, comenzaron a planificar su día de cocinado.

Entre todas las emocionantes opciones que habían tenido en la feria, Lila y Aurora encontraron su momento favorito fue estar rodeadas de tubérculos y vegetales frescos, y sintieron agrado en saber que cada persona había trabajado duro en su cultivo. Además, la alegría de llevarlos a casa y cocinarlos, les emocionaba, cubrieron su agenda con muchas más actividades que necesitaban saludables verduras frescas para sus meriendas.

Desde ese día, siempre que se cruzaban con algún cultivador que estaba trabajando duro en sus huertos, no dudaban en preguntarles por sus cultivos y animarlos a seguir su trabajo tan importante. Lo mejor es que sabían que no estarían solos, que todos los demás residentes en el bosque también estaban en su misma posición de adorar cada una de las deliciosas y frescas verduras.

Lila y Aurora, aprendieron que las verduras y frutas frescas eran parte vital de su bienestar, y lo agradecían mucho, de forma similar que lo hacían los agricultores de la feria del campo. Por eso, siempre apreciarían todos los cultivos de la región, además de disfrutar sus sabores y nutrición. Cada bocado que daban les llevaba a recordar la feria del campo, y el esfuerzo detrás de lo producido. Al final, este cuento sostiene un mensaje acerca de cuán importante es la alimentación saludable con alimentos frescos, que podemos encontrar en los vecindarios cercanos y por supuesto, en la feria del campo.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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