Los espíritus en el castillo de Halloween

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Los espíritus en el castillo de Halloween
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Los espíritus en el castillo de Halloween. Érase una vez en un antiguo castillo, rodeado de un frondoso bosque, habitaban unos seres fantasmagóricos llamados los espíritus. Ellos vivían felices en su hogar encantado y se divertían asustando a quienes se aventuraban a entrar al castillo durante la noche de Halloween.

Cada año, los espíritus preparaban una gran fiesta para celebrar la llegada de Halloween. Decoraban el castillo con calabazas iluminadas con velas y telarañas falsas; además, colgaban fantasmas por todos lados para que la atmósfera fuera más tenebrosa y misteriosa.

Esa noche, los espíritus invitaban a todos los amigos que habían hecho durante el año: fantasmas, vampiros, brujas y duendes. Cada uno de ellos se disfrazaba para la ocasión y se divertían muchísimo jugando y contándose historias de miedo.

Sin embargo, aquel año en particular, algo extraño estaba sucediendo en el castillo de los espíritus. Faltaba poco para la medianoche, cuando los invitados comenzaron a desvanecerse. Los espíritus se preocuparon muchísimo, ¡nadie quería quedarse sin amigos en plena noche de Halloween!

Decidieron buscar ayuda en la sabia búho, quien había vivido en el bosque por muchos años y sabía de algún hechizo que pudiera ayudarlos. La búho les contó que había un hechizo muy poderoso que podía devolver a sus amigos, pero que tenía un precio muy alto: la vida de uno de ellos.

Los espíritus dudaron al principio, pero al final decidieron hacerlo, el amor y la amistad que tenían por sus amigos era muy grande. Después de todo, nunca se habían separado ¡siempre se habían divertido juntos! Aun así, ¿quién tendría que dar su vida?

Fue ahí cuando apareció un pequeño ratón, que siempre había sido conocido como el más valiente. El ratón ofreció su vida sin pensarlo dos veces, así que los espíritus decidieron hacer el hechizo y devolver a sus amigos.

El hechizo funcionó a la perfección. Uno a uno, los invitados fueron apareciendo en el castillo de los espíritus. Sin embargo, algo extraño sucedió con el ratón, quien había ofrecido su vida por sus amigos.

Se dio cuenta que en realidad, el hechizo no requería la vida de alguien, sino que solo necesitaba una muestra de verdadero amor y amistad. En ese momento, el ratón comenzó a brillar y se transformó en una gran estrella en el cielo, que iluminó todo alrededor.

Los espíritus entendieron lo que había sucedido, el ejemplo de amor y amistad que habían visto en el ratón había sido suficiente para que el hechizo funcionara. Así que agradecidos, crearon una fiesta en honor al ratón, con la promesa de que siempre lo recordarían.

La estrella sigue brillando cada noche de Halloween, recordándoles a los espíritus que la amistad y el amor son lo más importante en el mundo. Por eso cada año, los espíritus organizan un concurso de disfraces en honor al ratón, donde el mejor disfraz recibe la estrella como premio.

Y así es como los espíritus aprendieron que la verdadera amistad y el amor pueden mover montañas. Cada uno de ellos comprendió que no importa la apariencia física o el carácter, todos merecemos amor y respeto. Desde entonces, cada noche de Halloween, los espíritus preparan la mejor fiesta de todas.

Moraleja: El amor y la amistad son lo más valioso que podemos tener en esta vida, no importa las apariencias, siempre habrá alguien especial en nuestra vida que estará ahí para hacernos felices y alentarnos a avanzar.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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