Los ositos y su amistad con el oso panda. Érase una vez en un bosque lleno de árboles y plantas vivían los ositos. Cada mañana al despertar se reunían para jugar y compartir. Pero había algo que no les gustaba a los ositos, y es que siempre se sentían solos. Querían tener amigos con los que pudieran jugar y divertirse, y un día escucharon hablar de un oso panda que vivía en una montaña no muy lejos de donde ellos vivían.
Los ositos se animaron y decidieron ir a buscar al oso panda para que fuera su amigo. Así que cogieron sus cestas y prepararon algunas cosas deliciosas para llevarle, como miel y frutas. Cuando llegaron a la montaña, encontraron al oso panda sentado debajo de un árbol comiendo bambú. Los ositos se acercaron a él con una sonrisa y le saludaron.
El oso panda se sorprendió al ver a los ositos, ya que no esperaba que alguien viniera a visitarlo. Pero pronto comenzó a hablar con ellos y se dio cuenta de que eran muy amables y simpáticos. Los ositos le ofrecieron su comida y el oso panda, agradecido, compartió un poco de su bambú.
A partir de ese día, los ositos visitaron al oso panda constantemente, convirtiéndose en grandes amigos. Juntos exploraron el bosque, jugaron divertidos juegos y aprendieron unos de otros. Los ositos descubrieron que el bambú que al oso panda tanto le gustaba, también era delicioso para ellos, mientras que el oso panda aprendió a apreciar la miel y las frutas que los ositos le llevaban.
Cierto día, mientras los amigos paseaban por el bosque, escucharon un fuerte ruido. Los ositos asustados se escondieron detrás de un arbusto y vieron que un árbol que estaba cerca comenzaba a moverse peligrosamente. De repente, el árbol cayó y bloqueó el camino para regresar a casa. Los ositos estaban preocupados, no sabían qué hacer para poder cruzar del otro lado.
Sin embargo, el oso panda tranquilo y con mucha paciencia pensó una solución. Con su fuerza y habilidad para trepar árboles, subió al tronco y comenzó a cortar las ramas que lo cubrían. Los ositos quedaron sorprendidos al ver lo útil y valiente que era el oso panda.
Finalmente, el oso panda logró abrir un camino seguro para que los ositos pudieran regresar a casa. Los ositos le agradecieron muchas veces por su ayuda, y le prometieron que siempre estarían a su lado y le ayudarían en todo lo que necesitara.
Desde entonces, los ositos y el oso panda se convirtieron en amigos inseparables y no podían pasar un solo día sin estar juntos. Siempre jugaban juntos, se cuidaban mutuamente y se respetaban. La amistad entre estos amigos además de ser fuerte y duradera, les enseñó que no hay obstáculos imposibles de superar y que siempre valía la pena ayudar a los demás.
Así, en el bosque vivían los ositos y su querido amigo el oso panda, compartiendo aventuras y alegrías. Y aunque a veces tenían algunos problemas, siempre sabían que podían contar el uno con el otro y que jamás estarían solos. Desde ese día, la amistad se volvió algo que para ellos era muy valioso, una especie de tesoro sin precio que cuidaban con mucho cariño. Fin.